En agonía

Editorial
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Desde el mismo martes, a las primeras  horas de la mañana, cuando se conocía la renuncia de una de las ternadas para fiscal general, Amelia Pérez, los colombianos recibieron con alegría que el nefasto proyecto a la Reforma a la Salud, quedaba en cuidados intensivos, después que 7 senadores  de la comisión séptima del Senado, pidieron que se archivara, dejándola de paso, no en cuidados intensivos, sino agonizante.

Una de las reformas estrellas del gobierno de Gustavo Petro, dio más que hablar ese día;  más que la renuncia y posterior elección de la nueva Fiscal General de la Nación, cuya elección recayó en Luz Amanda Camargo Garzón, gracias a los 18  de los 16 votos que necesitaba para ser escogida, tal  sucedió. Ese día, fue de sinsabores para el presidente de la república: ganó su fiscal y entró en agonía su reforma, que, además de inconveniente, es  innecesaria por también coarta derechos de los colombianos y destruye  el actual sistema de salud que ha logrado avances importantes a través de los años.

La controvertida reforma tiene que enfrentar una ponencia para archivar el proyecto, pese a lo cual el presidente Gustavo Petro aseguró que no la retirará y ahora proponen ponencia alternativa para salvarla, mientras se mueve el pesado sistema de buscar votos a favor a cambio de las famosas “coimas”.

La senadora Norma Hurtado, del Partido de la U y última congresista en adherirse a la ponencia para archivar la iniciativa gubernamental, argumentó que tomó esa decisión porque considera que la reforma no hará que el sistema de salud mejore. Y tiene toda la razón la senadora, ya que  lo mejor es archivar esta reforma, ya que no garantiza el cambio necesario en el sistema de salud de nuestro país.

Ahora bien, para que la reforma se hunda definitivamente, ocho de los 14 miembros de la Comisión Séptima deben votar a favor de la iniciativa que archiva el proyecto cuando la presidenta de esta, la senadora Martha Peralta, del oficialista Pacto Histórico, cite a la votación, quien abrió la puerta para la construcción de una ponencia alternativa, tanto para los que presentaron, la propuesta de archivo, como para los que no se han manifestado sobre cuál sería su opinión de la reforma; de ahí, esa propuesta van presentarla en la Comisión. Y si, tiene razón, la reforma no está hundida hasta que se dé el debate en la Comisión Séptima, corriendo el riesgo de ir contra  los tiempos legales y estipulados por el mismo Congreso de la República. Sin embargo, el proyecto de ley ha sido muy criticado, incluso por congresistas de partidos aliados del Gobierno, como la Alianza Verde, así como por asociaciones médicas y opositores que argumentan que no es viable desde el punto de vista fiscal y que empeorará la atención sanitaria que reciben los colombianos. El tiempo dirá que sucederá.

Vale la pena recordar que la reforma a la salud fue aprobada a finales del año pasado por la Cámara de Representantes y pasó a debates en el Senado a pesar de las numerosas críticas hechas al proyecto por asociaciones médicas y de pacientes. Lamentablemente, las que sufrirán, según los anuncios vengativos del presidente Petro, las Entidades Prestadoras de Salud, EPS, empresas privadas que manejan los recursos de los contribuyentes para ofrecer los servicios, serán las que pagarán los “platos rotos”, ya que se prevé una desfinanciación con la finalidad de conseguir su muerte médica.

Como todavía hay tiempo para salvar la reforma, el presidente Petro puede jugar a comenzar a ofrecer puestos a diestra y siniestra para conseguir su objetivo; él va a jugar todas   sus cartas y poner el aparato burocrático para conseguir su finalidad.