Hay que presionar por elecciones libres

Editorial
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Esta difícil que la democracia regrese a Venezuela; más aún cuando los  países latinoamericanos están siendo influidos por los  Estados Unidos,  para que presionen al Gobierno de Nicolás Maduro a realizar  las elecciones presidenciales previstas para el 28 de julio en Venezuela,  para que sean libres y democráticas.

El gobierno venezolano había acordado, después de la entrega de Alex Saab a  las autoridades de este país, que establecería la fecha de unas elecciones democráticas y libres, en donde los venezolanos podrían elegir sin presión y sin coacción al nuevo gobernante venezolano. Sin embargo, el trato con las autoridades estadounidenses no se cumplió y el gobierno venezolano adelantó las elecciones y de paso inhabilitó a la candidata mas votada por la oposición, María Corina Machado.

Es así que, el gobierno estableció la fecha del 28 de julio para realizar las elecciones y escoger presidente, hasta ahora, a Nicolás Maduro,  para el mandato presidencial, según el art. 230 de la Constitución vigente,  de seis años sin límites de reelección, con la posibilidad de celebrar un referendo revocatorio popular en cualquier momento de los últimos tres años de cada mandato presidencial.  De acuerdo a como están planteadas las cosas, sin otro candidato que haga contrapeso al actual mandatario, Nicolás Maduro, se hará elegir para el próximo periodo 2025-2031.

Mientras, y después de la burla del gobierno venezolano a las buenas intenciones de Estados Unidos, este último país,  ve los plazos anunciados por el Consejo Nacional Electoral venezolano, CNE, ajustados ya que la situación del país suramericano es profundamente preocupante.

Los incentivos que Estados Unidos y la comunidad internacional han puesto para que Venezuela celebre unas elecciones democráticas no han sido suficientes para motivar a Maduro a hacer reformas porque cree que está en riesgo su gobierno. En ese sentido, la Administración de Joe Biden trabajará con la oposición venezolana y con otros países de la región para ver cómo responde en caso de que los comicios venezolanos no cumplan con las normas democráticas.

Los líderes de esas naciones tienen que seguir transmitiendo el mensaje de que el pueblo venezolano merece las mismas oportunidades para poder elegir a sus líderes en unas elecciones y que se respete su decisión. Lo que ha sucedido en Venezuela, desde que está Nicolás Maduro en el poder, no es nada más que una  dictadura, en donde están ausentes todos los procesos democráticos, que  han sido violados y reemplazados por una autoridad que no tiene moral para ser presidente de la república de Venezuela.

Con el fin de volver a restablecer los principios jurídicos y democráticos en la hermana república, los Estados Unidos de América levantó en noviembre pasado varias sanciones sobre Venezuela para motivar unas elecciones democráticas en el país; pero, la Justicia venezolana confirmó semanas atrás la inhabilitación política de la candidata de la oposición, María Corina Machado.  En ese intento, hasta dejó libre a Alex Saab, testaferro de Nicolás Maduro, quien fue puesto preso por lavado de activos, entre otros delitos, y quien goza ahora de un alto puesto en el gobierno venezolano, siendo recibido como un héroe a su regreso a Venezuela.

Todo los hechos han sido un sucesión de otros para asegurar solamente un solo candidato, tal como está diseñado en la actualidad y según el calendario establecido, las organizaciones políticas deberán presentar a sus candidatos entre el 21 y el 25 de marzo, lo que da al antichavismo dos semanas para decidir cómo proceder y como corolario de esta crónica anunciada, parte del oficialismo, el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, abrió un proceso de consulta que culminará el próximo 15 de marzo con la proclamación de su candidato, un lugar que previsiblemente ocupará Maduro, en búsqueda de un tercer sexenio en el poder.