La Justicia de Panamá es de nuevo centro de duras críticas luego de que un tribunal declarara no culpable de espionaje político y malversación a Ricardo Martinelli, veredicto que impacta en la política al darle oxígeno al expresidente para que intente retomar su partido y sus aspiraciones electorales.
Martinelli, un multimillonario de 67 años, fue exonerado por un tribunal de juicio de los cuatro cargos de los que le acusa la Fiscalía, que pidió 21 años de prisión, por espiar a decenas de opositores, activistas y empresarios durante su mandato, 2009-2014, una decisión que será recurrida según anunciaron los querellantes.
Algunos panameños piensan que más allá de las consideraciones de la sentencia, que el tribunal dará a conocer en plazo máximo de 10 días, el sistema está aquejado de un problema estructural y acumula críticas por sus diferentes actuaciones que le impiden encararlas y disiparlas de forma contundente. El poder judicial sale debilitado con el caso Martinelli, porque queda demostrada la ausencia de una unificación de criterios en los tribunales de juicio y la Corte Suprema sobre la implementación del sistema penal acusatorio, SPA, que consta de juicio orales expeditos, se implementa a nivel nacional desde el 2016 y sustituyó al sistema inquisitivo en Panamá.
El proceso por las escuchas contra Martinelli lo abrió el Supremo en el 2015 debido a que entonces el expresidente gozaba de un fuero por ser diputado centroamericano, cargo al que renunció en junio de 2018.
El Supremo tiene un criterio del SPA y los juzgados de juicio tienen otro en cuanto a valoración de pruebas, una situación que hará muy interesante el resultado del proceso que ha anunciado la querella para recurrir el fallo.
La sentencia del tribunal a favor de Martinelli puede ser recurrida mediante un recurso de nulidad ante un tribunal de apelaciones o un recurso de casación en el Supremo, explicaron los expertos. Más allá de los criterios jurídicos, la decisión que absuelve a Martinelli tuvo un impacto en el ambiente político panameño, marcado por el inicio del Gobierno de Laurentino Cortizo, del Partido Revolucionario Democrático, PRD, el pasado 1 de julio para el período 2019-2024.
Los analistas dan por sentado que el expresidente buscará recuperar el liderazgo en su partido Cambio Democrático, el segundo más votado en los comicios de mayo pasado con Rómulo Roux, excanciller de Martinelli, como candidato presidencial y jefe de la organización política. El impacto político es de fortaleza para Martinelli. Si se lograra confirmar el fallo, lo victimiza y le da una popularidad para tratar de retomar el poder de su partido.
Para otros la absolución permitirá a Ricardo Martinelli participar sin restricciones en la esfera pública y retomar el control de su partido de cara a las próximas elecciones, cuando podrá ser candidato presidencial, y, para otros, la apelación del fallo tiene pocas probabilidades de éxito y políticamente Martinelli puede haber ganado esta batalla, por lo que tratará de recuperar su partido, lo cual dividirá aún más la débil oposición que existe al gobierno del presidente Cortizo.
Muchos criticaron al sistema judicial no solo por la decisión de los jueces si no por la mala preparación de los fiscales y la intromisión del Ejecutivo, en el desarrollo del expediente del caso contra Martinelli, ya que consideran que se está caminando hacia un Estado fallido, porque fue una derrota para el sistema judicial y una pérdida mayor para la institucionalidad del país.
