Ya era hora que el presidente Juan Manuel Santos mostrara carácter ante la posibilidad de dialogo con la guerrilla del Eln, sobre todo para que no se repita la historia que vivimos los colombianos en la actualidad con la mesa de diálogos con los insurgentes de las Farc, instalada en La Habana hace más de tres largos, pero muy largos años.
El presidente Santos expresó que mientras la guerrilla del Eln no libere a todos los secuestrados que tiene en su poder y deje de atentar contra la infraestructura petrolera no va comenzar la mesa de diálogo pactada en Ecuador. Menos mal que lo dijo, ahora hay que esperar que lo sostenga.
En días pasados Santos reiteró lo dicho al anunciar el pasado 30 de marzo el acuerdo sobre una agenda de negociaciones con el Eln. Ahora lo dijo hace apenas unos días, que no se iniciará la fase pública de negociaciones que se tiene prevista en Ecuador hasta tanto este grupo no renuncie al secuestro y devuelva a los secuestrados que tiene en su poder”.
La verdad es que es inconcebible que este grupo en lugar de dar muestras concretas de paz insista en el secuestro y en atentar contra la infraestructura de los colombianos como hizo con otra voladura al oleoducto causando inmensos daños al medio ambiente. La víspera un atentado contra un tramo del oleoducto Caño-Limón Coveñas causó un derrame de crudo en un río del noreste de nuestro país, dejando en alerta las poblaciones de Arauca, Arauquita y Saravena para que los habitantes no recolecten agua porque no sabemos si hay una gran contaminación, que podría causar graves daños en la salud de las personas que consuman el líquido contaminado. .
A pesar de los esfuerzos de Ecopetrol, que envió a un grupo de operarios a la zona, fue difícil llegar a la zona por problemas climáticos, que, además de suspender el bombeo de crudo, retrasó en forma considerable las labores pertinentes y evitar problemas en la salud de los pobladores de las regiones afectadas. El ataque del Eln se produjo cuando el ducto fue dinamitado por el grupo al margen de la ley en una zona rural de Saravena.
En lo que va del año el tramo Caño Limón Coveñas, que se extiende por 875 kilómetros entre Arauca y Catatumbo, ha sufrido 11 atentados y según cifras oficiales, el ELN tiene en sus filas a unos 1.500 combatientes y surgió en 1965 en el departamento de Santander, al noreste del país.
Si así están las cosas, será bastante difícil comenzar los diálogos de paz con el Eln, porque muchos dudan que dejen en libertad a los secuestrados y peor aún, que dejen de causar daños a los oleoductos del país y sus gentes.
