Una política de refugiados coherente

Editorial
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El mundo entero se horroriza todos los días ante las imágenes, desde Europa, que transmiten los medios de comunicación social en donde gran cantidad de refugiados que buscan un nuevo país que los acoja ante la violencia tan terrible que se viene en el su propia nación y que los ha obligado a  dejar todo lo que tienen para salvar sus vidas.

Caso parecido viven los colombianos, ante el éxodo obligado desde Venezuela, tragedia que va para cuatro meses y que al parecer, se extenderá hasta el año entrante, ya que este  tema es el 'caballito de batalla' de Maduro para ganar las elecciones, y mantener el pueblo venezolano unido a un solo tema.

Ahora la Unión Europea tomó medidas para reforzar sus fronteras frágiles y ajustar su programa de repatriación de migrantes, en un intento por establecer una política de refugiados coherente que siga recibiendo a quienes huyen para salvar sus vidas y rechace a quienes solo buscan una mejora económica.

Enfrentadas a la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, las 28 naciones de la UE se comprometieron a acelerar la deportación de quienes no cumplen con los requisitos para recibir asilo, inclusive más vuelos al exterior y la detención de quienes se infiltren ilegalmente.

Las medidas se proponen transmitir un mensaje clave: Europa se siente abrumada y necesita ser más rigurosa para deportar a los migrantes económicos a fin de conquistar la buena voluntad de su población para seguir recibiendo a los verdaderos refugiados, ya que y una mayor tasa de retornos debería actuar como disuasivo a la migración irregular.

Más de 500.000 personas han llegado este año en busca de refugio o empleos; pero quienes no logran asilo o residencia en la eurozona, menos del 40% se regresa, y todos coinciden en que la situación debe cambiar rápidamente, teniendo las autoridades europeas 'ajustar la mano', para que este tema y la situación tan difícil que se vive no siga desbordándose.

 Si no hay una política de retornos tampoco habrá base para la política de refugiados y deben concertarse acuerdos pronto con muchas de las naciones en desarrollo desde donde decenas de miles de migrantes económicos parten desesperados por conseguir una vida mejor en Europa.

A la vez, se debe proponer a las naciones que la Unión Europea tenga un plan amplio para reforzar sus fronteras externas, comprometiendo a los estados miembros a contribuir más personal a la agencia fronteriza del bloque y eventualmente establecer un cuerpo internacional autónomo que pueda intervenir en caso de crisis.

A corto plazo, los estados miembros podrían ser obligados a contribuir con más personal a la agencia fronteriza Frontex sobre la base de su población, riqueza y otros criterios. La semana pasada, Frontex solicitó 775 efectivos adicionales para lidiar con la crisis de migrantes en Grecia e Italia. Esa cifra prácticamente duplicaría la cifra actual de personal, en su mayoría asignada a unos 30 buques en el Mediterráneo. A largo plazo, se debe  proponer un cuerpo fronterizo internacional con mayor autonomía.

Esta situación también conlleva una solución económica y la Unión Europea también designó más de 400 millones de euros (451 millones de dólares) en fondos adicionales para lidiar con la situación. La mayor parte de los fondos (el 75) será para ayudar a los refugiados sirios en países fuera de la UE, incluso Turquía, Líbano y Jordania. También financiará la creación de 120 empleos en las tres agencias europeas en el frente: Frontex, la oficina de Easo de apoyo a los asilados, y la agencia policial Europol.



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