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Sálvese quien pueda: en Santa Marta también abundan los ciclistas imprudentes

Un ciclista maneja en contravía por el carril rápido de la riesgosa Troncal del Caribe a la altura de la entrada al barrio El Parque, donde hay un puente peatonal y ciclorruta.

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Las distracciones, los descuidos y la poca cultura vial son algunos de los principales problemas que ponen en riesgo a los usuarios de las bicicletas.

Las imprudencias viales siguen a la orden del día en Santa Marta y los ciclistas no son la excepción. A pesar que hacen parte de un grupo vulnerable y a diario se ven expuestos a los accidentes al no contar con las suficientes garantías ni completas ciclorrutas para movilizarse por toda la ciudad, también hay quienes cometen todo tipo de maniobras insensatas al manubrio y a veces pasan de víctimas a victimarios.

Muchos utilizan las bicicletas para hacer deporte o como medio de transporte para ahorrarse los pasajes al ir a trabajar, a estudiar o para movilizarse a cualquier otro destino, sin embargo, sus malas decisiones y errores al manejar también ocasionan múltiples accidentes con frecuencia y aumentan las estadísticas.

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En Santa Marta hay ciclorrutas en la calle 30 entre avenidas Hernández Pardo y Campo Serrano, en el Camellón de la Bahía, en el malecón de El Rodadero, en la Troncal del Caribe desde La Piragua hasta La Lucha en la vía a Gaira, en el Parque del Agua, en la avenida Campo Serrano y algunos otros parques. En su mayoría, son tramos cortos y recreativos, excepto la ciclobanda que va desde la glorieta José Benito Barros hasta la rotonda de Curinca, también polémica por estar al lado del carril rápido.



Aunque se podría afirmar sin ninguna duda que los más imprudentes son los motociclistas, en la capital del Magdalena los ciclistas tampoco se salvan. EL INFORMADOR compiló un ‘top’ de infracciones de los actores viales protagonistas de esta entrega especial.

A continuación, algunas de las más frecuentes:


Dos ciudadanos se sujetan de la parte trasera de un camión volteo en la avenida del Río, para dejar de pedalear y avanzar con mayor velocidad, una impericia que les pudo salir muy cara.
Dos ciudadanos se sujetan de la parte trasera de un camión volteo en la avenida del Río, para dejar de pedalear y avanzar con mayor velocidad, una impericia que les pudo salir muy cara.



-Usar el celular 
mientras manejan:

A pesar que una de las recomendaciones en las carreteras es evitar el uso de los teléfonos móviles o audífonos porque pueden distraer al conductor, en las calles se ve a muchos con una mano en la bicicleta y otra en el celular.

Un joven levanta la llanta delantera de su bicicleta sin importarle la señalización de zona escolar ni que vengan vehículos detrás.

-Agarrarse de las tractomulas y motos para impulsarse

Esta es una de las imprudencias más comunes en la Vía Alterna al Puerto y en la Troncal del Caribe, sobre todo por parte de jóvenes quienes con una mano se prenden de la parte trasera o lateral de los vehículos pesados para así llegar más rápido y no esforzarse pedaleando, exponiéndose al ‘Efecto Venturi’ que podría succionarlos o impulsarlos hacia debajo de los camiones o tractomulas.

- Tienen pocas ciclorrutas, pero no las utilizan

Aunque no tienen las garantías para movilizarse de forma 100 % segura, en la ciudad hay espacios destinados para los bici usuarios, y paradójicamente, muchos prefieren coger por la carretera. Si no lo cree, échese una rodadita por la ciclovía entre el barrio Santa Ana y Cootransmag.

Adulto mayor maneja incómodo su bicicleta con una sola mano por la transitada avenida del Ferrocarril mientras con la izquierda sostiene conos de helado y transporta una ‘neverita’ portátil en su parrilla.
Adulto mayor maneja incómodo su bicicleta con una sola mano por la transitada avenida del Ferrocarril mientras con la izquierda sostiene conos de helado y transporta una ‘neverita’ portátil en su parrilla.


- No utilizan luces

El artículo 95 de la ley 1811 de 2016 indica que cuando los ciclistas circulen en horas nocturnas, deben llevar dispositivos en la parte delantera que proyecten luz blanca, y en la parte trasera que reflecte luz roja. No obstante, en Santa Marta algunos hacen caso omiso y transitan sin iluminación por vías oscuras en las que se exponen a ser atropellados.


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- No usan reflectivos

Otro de los descuidos de algunos ciclistas es no vestir chalecos o elementos reflectivos entre las 6:00 pm y las 6:00 am del día siguiente, sobre todo en vías en las que la visibilidad es escasa.

- Se vuelan los semáforos

Esta infracción se la pasan por la faja tanto los motociclistas como los ciclistas, y es una de las principales causas de accidentalidad.


Teniendo al lado la ciclovía, un hombre prefiere arriesgar su integridad transitando por la carretera Troncal del Caribe.
Teniendo al lado la ciclovía, un hombre prefiere arriesgar su integridad transitando por la carretera Troncal del Caribe.


- No señalizan 
como es debido

En bicicleta también se deben hacer algunas señales antes de realizar maniobras como giros, cambios de sentido y de carril. Las señales se pueden hacer con los brazos.


Ciclista en contravía por la calle 23 entre avenida Campo Serrano y carrera 6 en zona céntrica de Santa Marta.
Ciclista en contravía por la calle 23 entre avenida Campo Serrano y carrera 6 en zona céntrica de Santa Marta.


- No se ponen el casco

Es recomendable que los ciclistas usen casco de seguridad, pero no todos lo hacen.

-Maniobras peligrosas

Circulan a alta velocidad en la bajada del Ziruma, también de Minca o Taganga. Algunos levantan la llanta delantera en plena calle.

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