En el desarrollo de este especial de imprudencias en calles y avenidas de la capital del Magdalena, otros de los actores viales para destacar son algunos conductores de buses. Aquí la segunda entrega de esta investigación.
Según los datos de la Secretaría de Movilidad Multimodal y Sostenible, en Santa Marta hay un total de 548 buses cubriendo las 27 rutas que operan en la actualidad. Sin embargo, un informe de la Unidad de Tránsito y Transporte del Distrito, en 2017, mencionaba que en la ciudad circulaban 400 buses de más.
Como consecuencia de la gran cantidad de buses que transitan las calles, en Santa Marta es normal captar escenas en la cuales se evidencia las largas filas y los trancones en casi cualquier hora del día.
Buses que ignoran las señales de tránsito
EL INFORMADOR realizó un recorrido por las principales vías de Santa Marta. Una de las imprudencias más comunes que cometen los conductores de buses es ‘volarse’ el semáforo en rojo. Tal como sucede en la intersección de las avenidas Santa Rita y Hernández Pardo, sector cercano a la sede de los Bomberos Voluntarios.
En este punto se ha vuelto una costumbre que los buses que se dirigen hacia El Rodadero ignoren la luz roja y estacionen sobre la cebra para recoger pasajeros. Obstruyendo el tránsito en una esquina y el cruce de los otros vehículos, que además no tiene posibilidad de observar si algún peatón va cruzar la calle, como se observa en la imagen.
Asimismo, los conductores que se dirigen hacia la avenida Campo Serrano en ocasiones también cometen la misma imprudencia. Ignoran la luz roja, siguen su camino y, debido a la cola de buses, obstruyen el paso de los vehículos que pretenden cruzar la calle 22 con sentido al Parque de los Novios.
Recogen pasajeros en cualquier parte
Otra de las imprudencias que cometen algunos conductores de buses tiene que ver con el modo en el que recogen a los pasajeros.
Pese a que en el año 2019 la alcaldía de Rafael Martínez invirtió una millonaria suma de dinero en la compra e instalación de 1140 ‘Paraderos de buses’ a lo largo y ancho de Santa Marta, con el propósito de “disfrutar de una movilidad acorde con una ciudad con futuro y mejor calidad de vida para todos los habitantes”; cuatro años después la realidad está muy lejos de eso.
Así quedó evidenciado en el recorrido de EL INFORMADOR por la Avenida del Ferrocarril, en donde ‘recoger pasajeros en cualquier parte’ es la imprudencia común de los conductores de buses que transitan por el Mercado Público.
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Pese a que hay un paradero a escasos metros de la estación de Policía, los buses frenan constantemente en la avenida para embarcar a cualquier persona, sin importar los accidentes o trancones que esto pueda generar.
Por supuesto que parte de la responsabilidad recae en el usuario que no hace uso de los paraderos, pero mientras cuente con el beneplácito del chofer del bus será más difícil corregir la acción.
Esta imprudencia pone en riesgo la vida de los más de 136.000 usuarios que se movilizan en bus durante un día en Santa Marta. Sobre todo, porque se exponen a un accidente con los motociclistas, que van en busca del mínimo espacio para poder adelantar a lo que tengan por delante.
La guerra del centavo
Una de las escenas destacadas de este especial de movilidad fue el accidente que tuvo lugar el pasado 9 de febrero, en donde tres busetas colisionaron una contra otra en la Avenida del Libertador.
En aquella ocasión, el exceso de velocidad de los conductores provocó un accidente que por fortuna no acabó en tragedia, pero que evidenció el riesgo que corren los pasajeros cuando el bus en el que se suben está afanado por cumplir el tiempo de la ruta.
Hechos similares en las calles de Santa Marta dejaron un total de 97 fallecidos en accidentes de tránsito en el año 2022 y 61 fallecidos por la misma causa entre Enero y Junio del 2023, según los datos del Ministerio de Transporte.
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Respecto a esta elevada cifra de muertes por accidente de tránsito, el observatorio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial prevé que para el cierre del presente año la cifra de fallecimientos oscile entre los 124 y los 160, dependiendo las acciones futuras y las ya emprendidas por las autoridades competentes de la movilidad en Santa Marta.
