"Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica": la voluntad -Albert Einstein-
El mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo...
Gabriel García Márquez
Cien años de Soledad
Primera página
Porque las estirpes condenadas a cien años de soledad, no tienen una segunda oportunidad sobre la tierra...
Gabriel García Márquez
Cien años de Soledad
Última página
En la primera página de Cien años de soledad, su autor señala: "El mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo..."
El mundo tecnológico actual es reciente. Acaso se inició con el desarrollo de la energía eléctrica. Antes de su aplicabilidad nos alumbrábamos con fuego, la tracción era a fuerza animal, por lo que, poco se utilizaban hidrocarburos.
Hasta que los crecimientos económicos, conocidos como Primera Revolución Industrial, (siglo XVIII) y Segunda Revolución Industrial (siglo XIX) requieren máquinas que utilizan energía. Las aplicaciones económicas de la electricidad cambian por maquinarias siglos de mano de obra de trabajo manual y el uso de la tracción animal.
Según Robert Lucas. Premio Nobel Economía 1995. "Por primera vez en la historia, el nivel de vida de las masas y la gente común experimentó un crecimiento sostenido (...) No hay nada remotamente parecido a este comportamiento de la economía en ningún momento del pasado".
Sin lugar a dudas a partir de la Revolución Industrial, el mundo ya no sería el mismo. Ricos y pobres mejoraron sus estatus económico.
Burgués, llamaban a los dueños de los medios de producción y de la mayor parte de la renta y el capital.
Proletariado, eran los trabajadores industriales y los campesinos, quienes continuamente exigían mejoras de las condiciones de vida amparadas con protestas populares y estas con ideologías de sindicalismo, el socialismo, el anarquismo o el comunismo.
Se impone la clase media cuando elevaron su poder adquisitivo los asalariados, los profesionales o aquellos que prestaban un servicio.
Sí, la fuerza bruta cedió espacio a maquinistas (operadores) que se especializaron. Cuanto más precisa y valiosa era la labor, crecía el salario del 'maquinista'. No es lo mismo operar una máquina de hacer botones, que una de pulir brillantes.
Debido a la eficacia de las máquinas sus propietarios -burgueses- se enriquecieron cada vez más, por lo que adquirieron otras máquinas y contratando más operarios.
Algunos proletarios se enriquecieron, incluso al nivel de sus patrones, en tanto que muchos lograron buenos ingresos. Se rezagaron aquellos que continuaron a fuerza bruta.
Esta disyuntiva propició que sus hijos se prepararan. Las mejoras tecnológicas en las fábricas requerían profesionales que devengaban mejores ingresos -diseñadores, ingenieros, economistas, técnicos, etc. Algunos progresaron tanto que se convirtieron en empresarios... en burgueses.
Y entre estos oficios surgió uno muy rentable 'agitadores de masas', que lucraban enfrentando empresarios (burgueses) contra sus empleados (proletariado).
Estos agitadores profesionales brotan de la nada, destruyen empresas y sin empresas languidece el proletariado...
Mi abuelo materno, Luis Paredes Pardo, era del Cauca. Durante su vida vivió más años en Santa Marta que en su natal Popayán. Su pasión era leer y escribir, también narrar historias reales y de invento. Médico de profesión las más de las veces las consultas eran gratis y, mi abuela, Eloísa Infante Magri, tomaba medicinas de la Botica Infante (originalmente comprada por su abuelo a Reverand) y las regalaba al enfermo.
No es un cuento de hadas. Pues, cuando llegaba la época de la política y mi bisabuela Otilia Magri Simmonds de Infante y Pedro Castro Monsalvo se imponían, el desquite era contra quien bien les había servido y de inmediato el estimado Dr. Paredes se convertía en el hp. cachaco.
Cuando evoqué a mi abuelo materno no fue un acto de vanidad. Fue un ejemplo de qué somos capaces.
Drummond y U.F.C. arribaron a Colombia a sus expensas. Forjaron un negocio no una cruzada social.
Pero construyeron o repararon escuelas, parques, puestos de salud, ferrocarriles; donaciones, atractivos salarios, excelentes relaciones con la comunidad, etc.
Para los agitadores profesionales y resentidos sociales estas contribuciones son insuficientes. "Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe"
Tal como concluye Gabo: "Porque las estirpes condenadas a cien años de soledad, no tienen una segunda oportunidad sobre la tierra".
Yo, El Escribano
Raffa González Paredes
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
