La vegetación de los cerros, ahora teñida de un color amarillo y una textura seca, refleja las graves afectaciones que ocasiona la temporada de sequía en la ciudad.
Aunque, hasta la fecha, no se han registrado incendios forestales en los cerros, la región del Magdalena permanece en alerta debido a los recientes eventos de este tipo en la Sierra Nevada. La unidad de Bomberos Voluntarios de Santa Marta ha reportado numerosos casos de quemas de basura y vegetación en lotes y terrenos baldíos en la ciudad, lo que eleva la preocupación sobre posibles riesgos.
En este contexto, los bomberos hacen un llamado urgente a la comunidad samaria para que evite prácticas que puedan desencadenar incendios forestales y contribuir al agravamiento de la situación. La prevención se convierte en la clave para salvaguardar estos valiosos ecosistemas locales.
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La ministra de Ambiente, Susana Muhammad, alertó sobre la alarmante estadística: más del 90% de los incendios registrados fueron causados por acción humana. Estas declaraciones subrayan la imperante necesidad de concientizar a la población sobre la responsabilidad colectiva en la prevención de incendios y en la protección de la rica biodiversidad de la región.
La sequía persistente y la amenaza constante de incendios forestales presentan un desafío formidable para Santa Marta. Se hace evidente la urgencia de una respuesta coordinada entre la comunidad y las autoridades locales, promoviendo prácticas sostenibles y medidas de preservación para enfrentar los impactos del Fenómeno del Niño y proteger la riqueza natural que define la identidad de esta región colombiana.
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