Unimagdalena analiza presencia de ‘carabela portuguesa’

Docente Paulo Tigreros junto a su grupo de estudiantes en investigación en Taganga.

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A raíz de la presencia masiva de la  especie en playas de Santa Marta, se han creado distintas versiones sobre este organismo hasta el punto de llegar a desinformar a la comunidad, por lo cual, expertos en zoología y biología de la Universidad deciden pronunciarse con sus conocimientos frente al tema.


La fragata portuguesa viene acompañada de otra especie llamada botones azules.
La fragata portuguesa viene acompañada de otra especie llamada botones azules.

La Universidad del Magdalena se ha caracterizado entre muchos aspectos, por su interés en promover la ciencia básica y la riqueza marina, es por ello que en medio del impacto generado por la presencia de la ‘fragata portuguesa’ en la ciudad, ha querido realizar una explicación  acerca de esta especie y sus implicaciones, a través de investigadores del Programa de Biología y del Programa de Ingeniería Pesquera, el cual es único en el país.

Para este fin, contó con el docente Sigmer Quiroga Cárdenas, doctor en Zoología, docente de la Facultad de Ciencias Básicas e investigador asociado a Colciencias; Paulo Tigreros Benavides, magister en Biología Marina y docente catedrático del módulo de invertebrados en la asignatura de Biología de Recursos Acuáticos en el Programa de Ingeniería Pesquera; y con Santiago Gonzales Rojas, biólogo e integrante de los grupos Miku y Citept, y estudiante de la maestría de Ecología y Biodiversidad; quienes se encargaron de dar a conocer este tipo de especie y aclarar posibles dudas existentes.

En primer lugar, es importante tener claro que la ‘fragata portuguesa’ no es una medusa, por ende tampoco una ‘aguamala’. Hay una fracción de los animales marinos que tienen una consistencia gelatinosa que se parecen mucho a bolsas que están en el agua, se les llama plancton gelatinoso y comúnmente se asocia siempre a aguamalas, este término realmente es para las medusas, en concordancia, ninguno de los dos últimos términos son correctos de emplear para hacer referencia a la ‘fragata portuguesa’.

Sigmer Quiroga señala que la especie que llegó a nuestras playas no son medusas pero son familiares de estas. “Llegaron a nuestras costas animales que no son exactamente medusas, son familiares de las medusas que se llaman fragatas portuguesas; se trata de un grupo de animales con afinidad a las medusas que se denominan sifonóforos, tienen tentáculos extremadamente largos pueden medir hasta 5 o 10 metros, son altamente venenosos y muy urticantes. No son los únicos que hay en nuestras playas que son urticantes, de hecho hay medusas que no son urticantes pero hay un desconocimiento muy grande alrededor de este grupo de animales”.

Por otro lado, Paulo Tigreros Benavides, magister en Biología Marina, afirma que la llegada de la ‘physalia physalis’ (nombre científico de la fragata portuguesa) a nuestras costas no es algo nuevo, no es un fenómeno desconocido, normalmente para estas épocas suelen aparecer y naturalmente vuelven a desaparecer; es por ello que no se debe ser extremista en las alarmas, simplemente tomar las precauciones pertinentes.

Uno de los debates más frecuentes es qué hacer después de ser víctima de la fragata portuguesa, Quiroga afirma que para llegar a unas medidas de acción correctas primero se debe determinar cuál es el tipo de fragata portuguesa que está llegando, “hay diferentes especies de fragata portuguesa, tenemos que determinar cuál fue la que llegó y dependiendo a eso hay diferentes medidas de acción, por ejemplo en algunos estudios se ha demostrado que para algunas el vinagre que es ácido acético en una concentración más o menos entre el 4 y 6 % detiene la descarga de estas células que son venenosas pero para otras hace el efecto contrario. Lo que aconsejan desde el punto de vista médico es tratarlo con paños de agua fría pero esto es solo para mitigar el dolor pero la asistencia médica oportuna es esencial porque depende de la sensibilidad de la persona al veneno los efectos que esta puede llegar a producir”.

Diferencias entre una ‘medusa’ y una ‘fragata portuguesa’

Además de pertenecer a clases diferentes, siendo la medusa de la clase Scyphozoa y Cubozoa, y la fragata portuguesa de la clase Hydrozoa. También se diferencian porque la primera es un solo organismo pero la segunda es una colonia de organismos, en donde un organismo forma esa vejiga gaseosa y en sus tentáculos hay otros organismos que se encargan de alimentación, defensa, reproducción, entre otros. Asimismo, las medusas pueden técnicamente abrir y cerrar su campana o sombrilla, pudiendo así nadar o desplazarse, en cambio las fragatas portuguesas van a la deriva con el viento, las lleva y mueve el viento.

Los ‘botones azules’, acompañantes de la ‘fragata portuguesa’

Las fragatas portuguesas no están llegando solas, sino también con unos animales pequeños redondos azules, llamados botones azules y también son otra especie del mismo grupo de animales relacionados con las medusas, son animales venenosos pero no para el hombre porque las células urticantes de estos organismos no son capaces de penetrar nuestra piel a diferencia de las de las de la fragata.

Espécimen colectado con fines de docencia

El director del Grupo de Investigación en Manejo y Conservación de Flora, Fauna y Ecosistemas Estratégicos Neotropicales  en compañía del biólogo Santiago Gonzales Rojas y otros colegas, capturaron una fragata portuguesa en Taganga, para hacerlo material de docencia y que los estudiantes de la Universidad puedan observar y estudiar este organismo. “Lo que más me motivó a ir a buscarla es que no tengo ningún espécimen de esta para mi clase, entonces con esto les enseñaré a mis estudiantes de biología qué son estos animales que pocas veces tienen la oportunidad de ver y los peligros que puede representar pero también su importancia en el ecosistema; tenemos que entender que son animales marinos, que nosotros somos los que nos metemos en su ambiente y que ellos cumplen una función muy importante allí, no es que por el hecho que sean peligrosos tenemos que eliminarlos, tenemos es que conocer su biología, saber cuándo llegan a nuestras playas para poder avisarle al bañista o poner mallas en algunas playas muy turísticas para que estos animales no puedan llegar ahí, no se trata de eliminarlos” concluyó el doctor en Zoología, Sigmer Quiroga.

Un llamado al apoyo de la Ciencia Básica

Paulo Tigreros Benavides, magister en Biología Marina sostiene que, “no solamente se presentan esas arribazones aquí, se reportan permanentemente en otras latitudes por ejemplo hacia chile, asociadas a un calentamiento del agua, pero acá como tal nosotros no tenemos un monitoreo continuo de la temperatura del agua como para saber si aumento o disminuyó y si esa es la razón de su llegada”.

Sigmer Quiroga agrega, “lo que pasa es que tenemos que conocer cuándo aparecen y cuando desaparecen  y para eso necesitamos mucho apoyo para la ciencia básica, para empezar a hacer monitoreo del plancton gelatinoso en nuestras costas, estudiar cuándo estos organismos tienen sus picos de reproducción y así tener datos con vigor científico para advertir a los bañistas”.

Finalmente, los expertos en biología y zoología de la Universidad del Magdalena hacen una invitación al estado para que apoye estos estudios de ciencia básica, los cuales son esenciales para tener un control de este tipo de fenómenos y garantizar a la sociedad medidas alternativas programadas. 





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