Por Víctor Peñaloza
Redacción EL INFORMADOR
Fotos/Edgar Fuentes
El estadio Sierra Nevada se ha convertido en un territorio inexpugnable para los visitantes. El Unión Magdalena a media máquina, sin apretar mucho el acelerador, superó 3-1 a Tigres FC de Bogotá y alcanzó la cifra de los 50 puntos en el Torneo Águila, de los cuales 34 los ha conseguido en condición de local.
Con este nuevo triunfo el Ciclón se aleja del Deportivo Pereira que es tercero con 39 unidades y se acerca al líder Cúcuta Deportivo que tiene 55 puntos.
Con un cielo nublado, como ha sido costumbre en los últimos compromisos del Unión en el Sierra Nevada, arrancaba el partido. Los locales tenían la necesidad de sumar una nueva victoria para presionar al líder, mientras que los visitantes que llevaban siete jornadas sin perder le apostaban a sumar para seguir en la lucha por la clasificación.
Los primeros minutos el partido eran lento, se jugaba al ritmo de un onceno bananero que no salió arremeter como tiene acostumbrado a su hinchada en este torneo, sabía que en cualquier momento podía hacerle daño al adversario.
Hasta que llegó el minuto nueve y otra vez la pelota parada era fundamental para los dueños de casa. Jhon Montaño ejecutaba un tiro de esquina y en el primer palo, apareció el goleador Ricardo Márquez para impactar con la frente un balón que finalizaba en el fondo del arco defendido por Roameth Romaña, quien se quedó a mitad de camino en su salida.
El oriundo de El Pando llegó a 16 goles en el campeonato y está a uno del máximo artillero, Feiver Mercado del Cortuluá.
Después del gol el partido cayó en un letargo. La pelota se la prestaban los rivales, pero ninguno lograba hilvanar jugadas colectivas para crear peligro en los arcos de Romaña y César Giraldo.
El Unión se marchaba al vestuario con el triunfo parcial. Hizo el gol y supo manejar los tiempos. Un Ciclón efectivo
En Bogotá el cuadro bananero protagonizó el festival del desperdicio de goles, en casa demostró efectividad, las que le quedó la mandó a guardar.
El segundo tiempo comenzó con un Tigres animado, con ganas de conseguir la igualdad en los primeros minutos. Santiago García y Eddie Ibargüen, eran los encargados de liderar los ataques de los felinos. Sin embargo, siempre chocaban con una defensa bien parada.
Pero el Unión de esta temporada tiene jerarquía y un arma letal: pelota parada. Minuto 11, Montaño ejecutó con su prodigiosa pierna zurda un tiro libre desde la banda derecha, el balón sobró a todos y con los puños rechazaba el portero Romaña, la esférica quedó flotando en el área, casi es gol en contra y cuando parecía que el peligro finalizaba apareció el botín izquierdo del central Dixon Rentería, quien definió como un nueve, un remate rasante. Era el segundo del Ciclón.
Sin embargo, faltaba más de esa muestra de jerarquía del equipo local. Jhonier Viveros con un pase cruzado habilitó a Aníbal Mosquera, quien dentro del área centró para buscar a Márquez y el zaguero Mario Murillo en su afán por despejar estiró sus brazos, el árbitro sin dudar decretó penal. Transcurría el minuto 18.
A pesar que Márquez pidió la pelota y que la hinchada coreaba su nombre, fue Viveros, quien al estilo ‘Panenka’ lo ejecutó y el Sierra Nevada se levantó para aplaudir al vallecaucano que llegó a 10 goles en el torneo. Luego el técnico del Unión, Harold Rivera, movió sus finchas para darle descanso a sus referentes, ingresó el sub 20 Hernán Luna por Mosquera y el samario Daiver Vega por el capitán David Ferreira.
Al final Tigres consiguió el descuento en un rebote luego de un tiro de esquina, remató Ibargüen y la pelota pegó en un jugador del Unión descontrolando al cuidapalos Giraldo.
No hubo tiempo para más, el Unión después de tener al Cúcuta a una distancia considerable, ahora le respira en el oído, solo cinco puntos lo separan en esa lucha por una reclasificación que asegura un duelo a muerte por el ascenso.La previa
