Los Hincha Pelotas

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Soy de esas personas que poca televisión ve, pero hace una semana, entregado al estéril y desesperante oficio de canalear, me tropecé con un programa llamado los Hincha Pelotas. Lo primero que se me vino a la mente fue que este nombre tenía que ser producto de una traducción argentina porque de haber sido traducido en nuestro amado litoral Caribe, otro título hubiera sido. Dejo las posibilidades a la imaginación del lector.

El programa consiste en que a alguien le juegan una broma de mal gusto, y si la persona víctima de la broma, guarda la compostura y civilidad durante cierto tiempo, entonces le dan cien dólares. Entonces yo me dije a mí mismo, que deberían hacer ese programa acá en Colombia porque aquí hay buen material, además, no es ningún reality, aquí es la realidad, y a veces, más cotidiana de lo que quisiéramos. Colombia podría ser el país de los Hincha Pelotas, y aquí doy mis seleccionados para futuros programas.

Hincha Pelota 1: Cajanal. El otro día esperando en fila para hacerle un favor a un amigo, una señora bastante entrada en edad llegó a la ventanilla después de haber estado haciendo fila desde la madrugada, y le dijeron que el sistema se había caído y que volviera en dos horas. La abuelita perdió la compostura y después de recordarle la progenitora a la impasible y flemática funcionaria pública, le dijo que llevaba viniendo dos años. Para mí que los abusos de Cajanal califican para delito de lesa humanidad porque como es posible que se pongan a tomar del pelo a los ancianos de esa manera, personas débiles y muchas veces limitadas física y mentalmente. No sólo es una falta de respeto con las personas de la tercera edad sino también una violación flagrante de los derechos fundamentales de estas personas. Creo que más importante que manejar el flujo de caja de la nación -razón primordial de la tomada de pelo- es el respeto de los derechos fundamentales de los más débiles.

Hincha Pelota 2: EPS. La cosa está tan grave, que el otro día un señor me contó que había llevado a un hijo a la emergencia de una de estas instituciones porque el muchacho se había roto la cabeza, y le dijeron que fuera y comprara el algodón y la gaza para la curación porque en dicho centro no había, y que no había poder humano ni divino capaz de conseguir tan básicos elementos. Sé de casos, en que la EPS se hace la loca y no autoriza los exámenes debidos con la rapidez que debiera, con la esperanza de que el paciente fallezca en la espera, como efectivamente sucede en muchos casos. Estos últimos casos, son los falsos positivos de las EPS. Y aquí no ha pasado nada.

Hincha Pelota 3: Los bancos. Estos son los verdaderos vampiros de la era moderna. Nada más hay que ver las largas filas para hacer cualquier transacción. Cuando a uno le va bien, tiene una espera de media hora. El descaro es tal, que uno se asoma a un banco y ve cincuenta personas esperando en fila y un solo cajero. Además cobran por todo. Si yo fuera Ministro de Protección Social, le ordenaría a los bancos que tuvieran enfermería, cafetería y zona de camping porque es que con esas esperas y las rabietas producto del abuso, uno puede necesitar cualquiera de los tres servicios, generalmente de forma sucesiva pero a veces también de forma simultánea.

Hincha Pelota 4: Choferes de buses. No sé que tienen estos choferes pero ellos ven la buseta medio vacía cuando como se dice vulgarmente, está teteada hasta el techo. El apretuje es tal, que uno viaja a punto de sofocación. Como si fuera poco, los degenerados y los rateros aprovechan el desorden para hacer su agosto y no respetan ni género ni condición. Tal es la situación de apretujo en estos vehículos, que si alguien por desventura llegara a perder el conocimiento, no podría caer al piso y desgonzarse con toda la comodidad que Dios manda, y conforme a los cánones preestablecidos para disfrutar de un agradable y cómodo desmayo. El bus, es el único sitio en donde uno se desmaya de pie. Todo un desafío a la ley de la gravedad. Eso sí, a la hora de recoger pasajeros, paran cada medio metro y en donde sea, pero si uno timbra una cuadra después de que ellos han realizado la última parada, le dan el paseo de la vida y lo dejan muchísimo más adelante de lo que uno tenía presupuestado. ¿Qué tal esa?

Estos son mis seleccionados para los Hincha Pelotas, pero estoy seguro de que hay muchos más. Ojalá se animen, y compartan con nosotros en la sección de comentarios de la versión electrónica de El Informador, otros Hincha Pelotas por derecho propio.