Ayer hoy y siempre Navidad

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Gustavo Hernández López

Gustavo Hernández López

Columna: Opinión

e-mail: gusherlo@hotmail.com



En todas las épocas las antiguas, las que nos ha tocado vivir y aquellas que desde hace dos lustros hemos presenciado nos muestran de que en todos los tiempos ha habido celebración de esta Navidad. Son la novena, los villancicos, los regalos, el árbol característico, el Papá Noel o Santa Claus o San Nicolás, según el sitio en donde estemos. Ahora indiscutiblemente aflora el ambiente navideño tan pronto como pasa el día de Halloween. Empiezan las vitrinas de los almacenes a enmarcarse o a decorarse con todos los arreglos navideños.

Los comerciantes hacen de las suyas, pues por ejemplo en Estados Unidos las ventas en navidad superan los 15 000 millones de dólares.

Aquí en Colombia sucede algo parecido, dado que el auge y la demanda de productos y cosas se manifiestan y se observa en el gentío en los centros comerciales. Ciertamente hay rotación permanente de inventarios y salida de sus mercancías como nunca, es decir todo lo que exhiben se vende. Sin duda se han mercantilizado estos períodos decembrinos en todas partes del mundo.

Todas las ciudades de países desarrollados y en vías de desarrollo, unas más y otras menos pero todas con sus luces en las plazas públicas, en las calles y en los lugares de comercio. Un programa es salir con la familia a ver esas coloridas iluminaciones. Esto hace que el invierno especialmente en los países nórdicos y en el resto de Europa y en los Estados Unidos no sea tan riguroso, por lo menos se siente menos el frío con la alegría, las reuniones y los festejos del mes de Diciembre. Son de otro lado los días más cortos y más oscuros del año.

A propósito de las luces es importante sacar a relucir su historia que se remonta al año 1882 cuando Edward Johnson en Nueva York ideó las primeras que se utilizaron en los árboles de navidad. Era socio de Thomas Edison el creador de la lámpara incandescente. La inspiración la tuvo Johnson en los bombillos de las centrales telefónicas. Se compraban a 12 dólares 24 bombillos, el equivalente a 280 US de hoy.

Por lo que toca con la tradición del árbol de navidad es menester recordar a los pueblos del norte de Europa por cuanto fueron ellos los primeros en girar entorno del mismo. El primer árbol navideño se conoció en Alemania en 1605, luego Finlandia en 1800 e Inglaterra en 1829 continuaron con esa costumbre.

Desde el punto de vista cristiano su origen tiene que ver con San Bonifacio evangelizador de Alemania. Por ser perenne lo denominó el árbol de la vida. Simbolizó el amor de Dios (680-754). Con un hacha cortó y tumbó un árbol y en su lugar plantó un pino, el cual adornó con manzanas y velas. Las manzanas representaban el pecado de Adán transmitido de generación en generación y las velas significaban la luz de Jesucristo, como resplandor y guía del mundo.

Apareció en los Estados Unidos con la llegada de los inmigrantes irlandeses a Nueva York y se constituyó en el símbolo de la navidad. Existen hoy en día en esa nación 15.000 haciendas donde siembran por año 315 millones de los abetos balsámicos, cuyo olor es sumamente agradable, esto es un árbol por cada mujer, por cada niño y por cada hombre.

Los cristianos celebran el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre desde hace 2000 años, lo cual aparece en el evangelio de Mateo y Lucas. Empero no ha habido certeza sobre la fecha de ese singular natalicio.

En esa misma data entre los romanos tenían lugar las famosas fiestas saturnales, las cuales abarcaban siete días a partir del 17 hasta el 24 de diciembre. Se prendían velas y fogatas para la oscuridad, se intercambiaban presentes y eran unas festividades de borrachera colectiva.

Igualmente los nórdicos convirtieron el mes de Diciembre en un solo festín y naturalmente el 24 y 25 de Diciembre era una deslumbrante francachela.

Por esos excesos etílicos los puritanos protestantes decidieron prohibir esas veladas, eso se plasmó en Massachusetts. Pero más tarde se impuso el querer del pueblo estadounidense y volvieron masivamente estas celebraciones en todas las casas y hogares americanos.

Hay que resaltar que en las actuales circunstancias en todo el orbe, el mes de Diciembre es para reducir las horas de trabajo y aumentar consecuentemente el horario de diversión. Es la etapa en la cual se reflexiona, se organizan los planes personales y profesionales para el año siguiente.

Sea el momento de pensar en ser más justos, dar más que recibir, perdonar, tener un pensamiento de entrega por Colombia y no de explotar a los colombianos, es decir actuar como lo señalaba el Presidente Kennedy "Preguntar no que puede hacer tu país por ti sino qué puedes hacer tú por el país".

Feliz Navidad para los samarios, magdalenenses y colombianos.