Días aciagos para el expresidente francés Sarkozy

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Escrito por:

Gustavo Hernández López

Gustavo Hernández López

Columna: Opinión

e-mail: gusherlo@hotmail.com



Desde que salió del Palacio del Eliseo el expresidente francés Nicolás Sarkozy había permanecido lejos de las cámaras de televisión y de los reporteros de radio. Sus salidas públicas tenían que ver con sus viajes y actividades personales y privadas. Se encontraba marginado de los quehaceres políticos.
En general los franceses tenían y aún tienen un buen recuerdo de este jefe de Estado, sobretodo porque su gestión sin ser ejemplar y extraordinaria frente a la del actual mandatario François Hollande, tan desprestigiado e impopular le daba un posicionamiento político, pues económica y socialmente la situación de los franceses durante su gobierno fue relativamente tranquila y estable.
Sarkozy ha atacado al régimen y a la política de Hollande. Ha manifestado abiertamente: "El clima que se vive en Francia es insoportable, comparable al Régimen dictatorial de la ex Alemania Oriental". "Yo veo con consternación la situación de Francia, el Estado de Francia y conozco las inquietudes y los sufrimientos de los franceses".
Se empezó a hablar entre los tertulianos de la política y en los mentideros de cafetería de la posibilidad de que fuera nuevamente candidato a la primera magistratura del Gobierno Francés en las próximas elecciones que tendrán lugar en el 2017. Había comentado Sarkozy justo en estos días lo siguiente: "Pienso que los franceses necesitan de mí". Está para decidir entre el fin de agosto y principios de septiembre de 2014 si se lanza o no otra vez como aspirante presidencial.
Pero ahora intempestiva e inesperadamente se le ha iniciado por parte de la Fiscalía una imputación de cargos por tráfico de influencias, corrupción activa y violación de secretos profesionales. Son dos damas las magistradas que examinarán su causa.
Nunca antes en la historia de Francia un expresidente había sido infiltrado, luego detenido e interrogado. Chirac fue condenado a 2 años de cárcel por malversación de fondos cuando fue alcalde de París. Más no estuvo como en este caso privado de la libertad. Sarkozy permaneció 18 horas en detención preventiva y ha estado con contratiempos y contrariedades, toda vez que tuvo que permanecer en el ascensor de la Dirección Central de la Policía Judicial cerca de media hora y hubo necesidad de que lo liberaran los bomberos.
A propósito de este escándalo mayúsculo los líderes de derecha han afirmado: "Es un ensañamiento judicial. Un linchamiento y una obsesión Antisar-kozista". Marine Le Pen principal política derechista dijo: "Su juicio es para humillarlo más que para investigarlo".
Sarkozy ha puesto en duda o en tela de juicio la imparcialidad de sus jueces, dice que "Hay una voluntad de humillarlo". "Una instrumentalización de la política en una parte de la justicia". "Quieren dañar mi imagen, pero yo no huyo a mis responsabilidades". "Yo nunca he traicionado la confianza de mis compatriotas, ni he cometido un acto contrario a los principios republicanos. Si yo he cometido una falta asumiré las consecuencias". "Yo no soy un hombre que se amilana frente a las vilezas y manipulaciones políticas". "Frente a mi país tengo deberes y no derechos".
Infortunadamente para Sarkozy se produjo una indemnización de 403 millones de euros a favor de su amigo Bernard Tapie con motivo de una venta irregular de la marca Addidas al CreditLyonnais. Por otro lado se indaga si es cierto o no que posee una cuenta bancaria en Suiza de cuantía considerable. Igualmente se busca establecer si las hipótesis de entrega de dinero de Kadhafi a su campaña presidencial tienen alguna veracidad.
Es la segunda vez que le toca enfrentar a los jueces. En la primera oportunidad salió bien librado, dado que quedó absuelto de los cargos de abuso de confianza en los gastos de Liliana Bettancourt, la anciana multimillonaria. Su pronunciamiento en este juicio fue el siguiente: "He sido víctima de un proceso grotesco y politizado.
Los delitos de su actual proceso son castigados con 5 a 10 años de cárcel y multas entre 150.000 y 1.750.000 euros.
Ha habido sobre este tema intervenciones tanto del Presidente Holland como de su Primer Ministro Valles expresando los dos "Que hay separación de poderes y que creen en la presunción de inocencia de todo imputado. Sin embargo Hollande hizo saber en una entrevista televisiva: "Que de demostrarse alguna irregularidad deberá asumir todas las consecuencias". Agregó:" La honorabilidad de Sarkozy está más que en entredicho por más que él se defendiera diciendo que él nunca había traicionado la confianza de los ciudadanos".
Al involucrarse Hollande en este debate y en esta causa judicial con esas declaraciones presidenciales, ha dado lugar a que los círculos más cercanos a Sarkozy pongan de relieve que lo único que se pretende es cerrarle el paso para volver a la Presidencia. Incluso sus asesores y familiares se encuentran convencidos de que quién maneja entre bambalinas este asunto es el número uno del Estado francés.
De todas maneras el tener que asistir a los estrados judiciales ha sido y es un dolor de cabeza para Sarkozy. Unas horas amargas está padeciendo. Muy triste y doloroso para él y su parentela lo que le está sucediendo.
Lo importante es que finalmente se esclarezca la verdad y el mundo sepa si había o no razón para hacerle ese juzgamiento.