Perder la vida por lucir una camiseta

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Un contexto referente a la violencia que suscitan las barras bravas en Colombia y casos específicos: el caos, la incertidumbre y violencia social; que descontrolados propician a través de comportamientos violentos, factor que exige como primera medida una respuesta integral a ese flagelo; urge unificar criterios de seguridad en estadios y entornos en todo el país.

Este problema que día a día cobra mayor trascendencia, no solo se arregla con penas punitivas, se necesita un verdadero cambio que parta de un estudio serio, que defina la situación con instrumentos constitucionales y legales para controlar la violencia que generan estos jóvenes desadaptados, quienes propician un ambiente violento y peligroso, jóvenes que crecen en medio de la pobreza y el resentimiento sin caminos halagüeños.

Las barras pueden entenderse como reflejo de ese ambiente peligroso que aumenta bajo presiones muy notorias como las drogas y la violencia cotidiana; es por ello que se requiere la vital necesidad de enviar un mensaje de suma urgencia que convoque a construir mayor tolerancia, amistad y competencia sana entre estos actores.

Esta realidad que no conviene, que enmarca los hechos en una trama transfronteriza, donde brota la angustia ciudadana y se encienden las alarmas de los padres, hecho este considerado apremiante, no aislado de la sociedad, ya que su resultados conduce a la muerte y la muerte es una instancia apocalíptica y severa.

En materia de origen de estos hechos, se destacan como las primeras tragedias que encausaron el sendero a la zozobra, pánico y terror sucedió en Heysel, Bélgica en 1985 con 39 muertes, luego otro en Hills Borouch Inglaterra 1989, con 96 muertos.

El futbol genera alegría, emociones, diversión, no debe originar violencia social, ni ser un canal ideal para expresar agresividad que protagonizan incidentes, disturbios, peleas y fabrican fervor negativo. Podría afirmarse que estas atrocidades en los estadios de Colombia es una especie de comercialización plena del matoneo, instancias tan dramáticas de las siniestras y feroces barras en derredor de la pasión del deporte que en Colombia asolan una fase de violencia futbolera.

No se puede confraternizar con los violentos; es necesario institucionalizar la cultura de paz y convivencia en los estadios, aquí los medios de comunicación, todos tienen la palabra y están en la obligación de contribuir a aplacar emociones que se quieran desbocar. Todos tenemos que contribuir a las medidas que propicien la posibilidad de encontrar resolución a estos conflictos; la pelota la tiene en este momento el Estado Colombiano.

Se hace imprescindible plantear un discurso renovador, no propuestas populistas que solo arrancan aplausos muy propios del vulgo. Se impone mirar en forma seria y con mucho juicio las implicaciones de unas medidas justas que favorezcan a los restantes espectadores; se ha revivido la nefasta época de los hooligans en Inglaterra que retroalimenta violencia, asesinatos y desgracias aquí y allá.

Escuchar a un hincha decir que su ideal máximo es que cuando muera lo sepulten envuelto en la bandera de su equipo, ¿eso qué es?, ¿Qué significa?, dando a entender un interés superior al de su familia, sociedad y su patria en donde se desenvuelve y debe proyectarse como un ciudadano de valía y que aporte positivamente.

Colombia está viviendo un estado pre insurreccional, que de acuerdo a la opinión pública es bastante generalizado, que hace urgente implementar una dosis de cordialidad, decencia y cultura y no actuar con frases combativas y arrogantes que utilizan los jóvenes de hoy.

Ya finalizando es trascendental, direccionar lineamientos que incursionen en incentivos sin límites, mediante el diseño de estrategias enfocadas en resolución de conflictos en sintonía con la gente, canalizar la justicia, que se cumpla la ley y que aflore la convivencia pacífica en torno al futbol colombiano.