Los colombianos merecemos un tercer canal privado. Es lo más justo en una sociedad que se ufana de ser la democracia más antigua del mundo. Merecemos más de dos diarios nacionales. No podemos quedarnos con las opiniones de dos referentes. Es ilógico. Hasta huérfano, ya que desaparece la crítica constructiva y el derecho a pensar.
Me voy a remitir sólo a los canales privados. Lo hago porque es lo que más ven nuestros ciudadanos. Pan y circo a decir.
Hace varios años se ha dilatado un tercer canal, inmediatamente se toca el tema, los dos canales envían un pelotón de prestigiosos abogados a señalar que está mal formulada, qué no se hicieron los pliegos. Largos minutos en los noticiarios de ambos canales, les conceden a estos profesores del derecho, deslegitimando un tercer canal.
En los dos canales privados no ofrecen nada novedoso. Únicamente novelas que enaltecen al narco, a los actores violentos y a las prepagos. "Sin Tetas", "Tres o Cuatro Caínes", "El Capo", "Escobar", son algunas así mismo vulgares realitys sin ninguna función en lo social, personas que quieren fama por cinco minutos, así sean ridiculizados y de burlita pública.
Los programas de opinión, de análisis, rondan pasadas las once de la noche, cuando la mayoría vamos por el quinto sueño y las novelas cuando no generan audiencia, son sacadas del aire, sin aviso alguno para el televidente. ¡Qué falta de respeto!
Ganaron la partida y doble, el Canal Capital y Señal Colombia. Tienen de sobra, mejor programación. Sin duda, los recomiendo. Didáctica, más crítica, más analítica. Programas con el juez Baltazar Garzón, con Antonio Caballero, películas de cine arte, eventos folclóricos, es lo que vemos en ambos canales uno del Gobierno Nacional y otro de la capital.
Mi ñapa. Admirable la señora Gloria Barreto, quien impidió que en el paro en Bogotá, algunos vándalos atacaran a la Policía. Aplausos.