La tecnología se propone a mejorar u optimizar nuestro control del mundo real, para que responda de manera rápida y predecible a la voluntad o al capricho de la sociedad. La tecnología es el alma de la industria o de la empresa comercial, para nada sirve si sus productos no responden a la necesidad de los consumidores.
La tecnología proporciona excelentes beneficios a corto plazo. Las ayudas que trae consigo son muy numerosas y ampliamente conocidas. Una mayor productividad proporciona grandes demandas y beneficios al desarrollo de la ecónoma empresarial y el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de un país.
Por lo tanto, es recomendable, que los empresarios colombianos efectúen grandes inversiones en la preparación tecnológica del capital humano, el cual, es una herramienta óptima para aumentar su producción y enfrentar la globalización y TLC con Estados Unidos, el marcado más grande del mundo.
Con el TLC hay grandes oportunidades, pero, eso implica un cambio de los modelos tradicionales de gestión gerencial, de invertir en el talento humano, rediseñar procesos, estrategias, ajustar estructuras y de entender que es la tecnología, la que hace que se logren grandiosos objetivos.
Este tratado con el país norteamericano, es el acuerdo más ambicioso negociado por Colombia que abre las puertas a nuevos negocios, servicios y turismo, y por lo tanto, las empresas colombianas, para aprovechar dicho tratado plenamente, deben estar preparadas en todos los campos de la industria para mejorar su producción, potenciar su exportaciones hacia Estados Unidos, y generar empleo.
Ahora bien, los empresarios deben coordinar con la Oficina del Zar para la preparación y aprovechamiento del TLC que entrará en vigor el próximo mes.
En los dos últimos años, Colombia se ha venido perfilando en términos de importancia económica a nivel mundial, no sólo por los tratados de libre comercio que ha negociado, sino por la mejora en las calificaciones por parte de las agencias de riesgo; el buen perfil de las empresas; el aumento de la inversión, que el año pasado lo ubicó en el quinto lugar entre los más atractivos para la inversión extranjera y el extraordinario crecimiento de sus exportaciones. Hoy nuestro país es el mejor de las últimas tres décadas y se prevé que esto continuará por varios años, así que éste es el momento maravilloso para que Colombia pueda afrontar el reto del TLC.