El pasado domingo, el presidente Maduro citó a su pueblo para que decidieran incluir en su mapa político el nuevo estado de Guyana. Cerca de dos siglos los gobiernos de Venezuela han venido sosteniendo que el territorio de 160.000 kilómetros cuadrados, el área total de la Guyana le concierne.
Desde su independencia este país ha considerado que el territorio que hoy ocupa la Guyana Esequiba le pertenece. Por decenios el país de Maduro la ha incluido en su mapa como zona en reclamación. El reciente referendo convocado por Maduro arrojó un resultado abrumador a favor de las cinco preguntas que sirvieron de marco para realizar el referendo.
El CNE (Consejo Nacional Electoral), dio a conocer que más del 95% de los más de diez millones de venezolanos que se acercaron a realizar el sufragio, decidieron de manera contundente apoyar las pretensiones de Maduro. Los opositores opinan que se habló del 95% de los sufragios, pero no contabilizaron cuánto fue el porcentaje de la abstención, y alegan que, si los abstencionistas hubiesen ido a las urnas, los sufragios de Maduro no se acercarían al 50%, si la oposición llegare a tener razón, el triunfo del Gobierno Bolivariano no está muy claro.
Debido a que la decisión del pueblo se encontraba en juego, el amor patrio del venezolano los conllevó a aceptar de conformidad el resultado del referendo, lo que no logrará Maduro, será convencer a su pueblo para que él siga decidido en matricular a Venezuela en el mayor estado de abatimiento.
Con el resultado del referendo, el jefe del Estado venezolano habla en un tono de vocabulario amenazante como queriendo enfrentar a la Guyana Esequiba, lo cierto es que la única forma que Venezuela se tome la región guyanesa podría ser mediante intervención militar y las condiciones que hoy presenta Venezuela, no es la más adecuada para un conflicto que podría convertirse en bélico, porque Guyana cuanta con el apoyo de los Gringos y los ingleses. En este caso cabe un dicho paisa que dice: “No puede con sus orejas, y está buscando arete”.
Como este país bolivariano está próximo a realizar en el 2024 las elecciones presidenciales en las que el gobierno del régimen socialista puede finiquitar su largo mandato de casi un cuarto de siglo, muchos se han dado la tarea que este resultado del referendo es un ensayo para saber cómo se encuentra el gobierno para el nuevo debate electoral, porque al parecer el inconformismo del venezolano no será vencido para el 2024. Maduro ya siente que el despido de su mandato se encuentra en la postrimería del ocaso y que poco falta para su sepultura.
En esta zona costera del atlántico colombiano, existe un adagio que es supremamente sabio, en el cual se relata una gran radiografía de lo que en poco puede poner fin al cuarto de siglo que ha profesado este régimen, el adagio dice así: “No hay Maduro que no se pudra, ni cabello que no se caiga” de manera que estos dos conspiradores de la real democracia de los venezolanos se encuentran cerca de sucumbir.
Esperemos que para el 2024 la oposición llegue al debate con excelente unidad de criterio, para poder finiquitar el torturante estado en que se encuentra nuestros hermanos venezolanos, pues sus votos llegaran a podrir el Maduro y el Cabellos ya no podrá peinarse.