La impagable paz

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Parece ser que la negociación de paz de Santos además de mal hecha adquirió para el Estado colombiano compromisos financieros impagables.  El hoy presidente Petro parece que lo descubrió solo hasta ahora.  ¿Qué hizo por más de seis años el senador Petro que no se dio cuenta de la supuesta burrada? Comienza a entenderse el aparente desencuentro entre Santos y Petro.

Trinó el presidente: “Dije que un gran acuerdo nacional debería concluir que el único camino que queda para pagar 301 billones que vale la indemnización de las víctimas es la emisión. Si no, entonces decir la verdad: Colombia no indemnizará a las víctimas”.

Este trino se produjo después de una intervención del presidente proponiendo que el Banco de La República emitiera bonos para recoger los 301 billones de pesos.  Propuesta que inmediatamente recibió el rechazo de los que sí entienden de economía y finanzas.  Yo me uno a ese rechazo.

Entendiendo que Petro maneja una escala de valores diferente a la de las personas de bien, hay que comenzar diciendo que los 301 billones se quedan cortos para indemnizar a los dolientes de un solo muerto.  La pérdida de una vida es irreparable y no hay indemnización financiera que valga por cuantiosa que sea.  

Dejando de lado el tema de los valores, analicemos el tema con el sobreentendido que como mucho de lo que dice Petro, las propuestas sobre este tema son etéreas y gaseosas.  Carecen de detalle y parecen más sueños que otra cosa.

Lo primero sería preguntarle si está hablando solo de las víctimas de la acción de agentes del estado o de todas las víctimas, incluyendo las de los grupos terroristas.  Por el monto mencionado se puede inferir que el presidente piensa que el estado es el único que debe indemnizar, ya que es el único responsable del conflicto.  Los grupos terroristas quedarían exentos de cualquier responsabilidad financiera.  La responsabilidad única del Estado se infiere no sólo del monto mencionado sino también de actos y mensajes del presidente y de su círculo íntimo.  Por ejemplo, el Canciller pidiéndole a la ONU que investigue el “entrampamiento” de Santrich.  

Segundo, financieramente la idea es absurda.  Los bonos son un préstamo que se hace al gobierno por parte de quien los adquiere.  ¿Cómo funciona la emisión de bonos?  El Banco produce un Pagaré que tiene un valor nominal, y que se vende por menos reflejando los intereses a pagar.  Por decir algo, valor nominal es 100 y se vende en 80 a diez años.  Al vencerse el término de diez años se pagan los 100.  En plata blanca, lo que quiere hacer Petro es imprimir plata, y esto nos llevaría a un escenario hiperinflacionario al estilo Venezuela o Argentina.  

Tercero, como sucede en otras legislaciones, cuando el monto a indemnizar es absurdo, simplemente se desconoce la pretensión por inviable.  Exxon-Valdez es uno de estos casos.  Creería yo que a los dolientes de los injustamente asesinados lo que menos les interesa es la reparación económica.  Quieren verdad, quieren que se reconozca su dolor y que haya arrepentimiento por parte de los victimarios.  Todo lo que no han hecho las Farc.  

Por último, creo que países amigos estarían dispuestos a darnos una mano si el asunto es solo dinero.  Obvio que no el monto absurdo de Petro.  Primero se necesita claridad sobre lo que piensa el Presidente.  ¿Cuáles víctimas? ¿De quién? ¿Lapso de tiempo? ¿El Estado paga o pagan también los terroristas? ¿Cómo se acredita la condición de víctima? ¿Cuál sería el proceso para hacer las tasaciones?

El presidente tiene su propia versión de lo que es la verdad.  Creo que hay mucho camino por andar y preguntas por responder.  Sacarse números del sombrero con supuestos que nadie conoce y querer que le creamos es creernos tarados.  ¡A otro perro con ese hueso!