Los problemas, por falta de autoridad, civismo y educación

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Escrito por:

Jorge Giraldo Acevedo

Jorge Giraldo Acevedo

Columna: Opinión

e-mail: jgiraldoacevedo@yahoo.es



En el diario transcurrir de nuestra vida continuamente somos testigos de innumerables hechos que nos dan las bases para asegurar que en Colombia, ante la carencia de autoridad y civismo, también hace falta educación en materia del cumplimiento de normas elementales de convivencia y hasta prevención para evitar las innumerables situaciones de problemas que nos afectan a todos.

No existe ninguna duda que a la carencia de un buen servicio de salud, la inseguridad en las ciudades y el desempleo debemos agregar otros graves problemas colombianos. Aún vemos en las vías de las ciudades y en las carreteras de todo el país propaganda de algunos políticos que se postularon para el Congreso; los alcaldes y las autoridades no proceden como debe ser y, en consecuencia, se abstienen en cumplir la ley.

No vemos por ninguna parte las gestiones de los organismos de control y las autoridades en general para evitar la escalada alcista en los alimentos y los servicios públicos.
En lugares públicos, donde concurren numerosas personas, hemos visto individuos consumiendo drogas alucinógenas; así aconteció recientemente en el servicio público del transporte público de Transmilenio, en Bogotá.

Constantemente vemos que la justicia se imparte con base en estratos; para los delincuentes de estratos altos casa por cárcel y para los de estratos bajos las cárceles que en todo el país presentan grave hacinamiento.

Resulta increíble que muchas personas conduzcan embriagadas y es mucho peor que no respeten en forma cabal las disposiciones generales sobre tránsito y transportes; el ejemplo sobre este particular es no atender las señales de los semáforos.

Sabemos que por las vías de las ciudades y carreteras colombianas circulan muchos vehículos automotores sin el seguro obligatorio de accidentes de tránsito, más conocido como el SOAT y el certificado de revisión técnico-mecánica y de gases.

Cómo es posible que a pesar de los peligros y las muertes causadas por el virus chino muchas personas no utilicen en recintos cerrados los tapabocas.

También vemos en forma constante individuos que arrojan a las vías públicas basuras y algunas personas construyan viviendas en las orillas de ríos o en lugares de alto riesgo; con estos dos procedimientos se contribuye a las inundaciones y sus graves consecuencias.

Resulta increíble que muchas personas no recojan los excrementos de sus mascotas; esto ocurre especialmente con los perros cuyos amos los sacan a defecar en los parques, zonas verdes y otros lugares.

Hemos visto que se presentan enfrentamientos, riñas y ha habido hasta muertes por reclamar a un vecino que disminuya el volúmen del equipo de sonido o el ruido por la rumba.
También son muchos los taxistas que carecen de dinero sencillo o plata menuda para las vueltas y cobran más de lo que estipula el taximetro.

Ahora bien deseamos sostener que hacemos este comentario con fundamento en lo que vemos en el diario transcurrir de la vida y con base en la palabra civismo que en forma concreta nos postula sobre el comportamiento de la persona que cumple con sus deberes de ciudadano, respeta las leyes y contribuye así al funcionamiento correcto de la sociedad y al bienestar de los demás miembros de la comunidad.