Todo por la plata

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



El dinero es un medio económico necesario. Cada quien, según sus circunstancias, le da el valor que le corresponde y ajusta sus gastos conforme a sus ingresos; bueno, no siempre. Naturalmente, todos queremos tener la comodidad y la tranquilidad que nos pide nuestro estilo de vida; disponer de más dinero del que necesitamos nos deja dormir tranquilos.

El dinero en sí no es bueno ni malo: depende del uso que se le dé. Ahora bien: existen personas para quienes cualquier cantidad de plata que obtengan siempre será insuficiente; necesitan más y cada vez más, como el toxicómano siempre requiere dosis cada vez más grandes y más frecuentes de droga. En estos últimos se entiende; su organismo ya no puede vivir sin ella y la exige sin dilaciones.

La pregunta obvia es: ¿por qué alguien requiere muchísimo más patrimonio del que necesita para vivir con todo confort y sin apremio alguno? Puede tratarse de inseguridades, de necesidad de llenar vacíos afectivos y sociales, o de la enfermedad del poder. El dinero es poder, y el exceso de poder envilece, enferma.

Diversos estudios científicos demuestran que, para algunas personas, la plata actúa en su cerebro como una droga, y como tal puede llevar a la ludopatía, al ahorro excesivo, al trabajo compulsivo, al consumo desmesurado o al crimen. Todo por la plata. Obtener activo sus centros cerebrales de placer, reduciendo el dolor físico; perderlo puede conducirles al suicidio. Los investigadores tienen numerosas explicaciones para estas conductas enfermizas. ¿Qué representa el dinero para ellos? No es una herramienta cualquiera: es el poder en sus propias manos, es la capacidad para utilizarlo a su antojo, muchas veces pasando por encima de cualquier consideración. El poder para poder, dicen.

El acúmulo de enormes cifras en un mundo tan desequilibrado como al actual sin generar fuentes de empleo, investigación y desarrollo o aplacar algunas necesidades insatisfechas de gente pobre es llamativo. Los hechos recientes sucedidos en el país demuestran que tales personas tienen como objetivo final sencillamente competir con otros más ricos y poderosos, sea en su propio medio o en grandes ligas. Incluso, se dice en algunos mentideros que ciertos actos de presentación altruista de tales personajes pretender generar aún más dinero para sus arcas.

El afán de acumular riquezas ha llevado a grandes desafueros: personas antes idolatradas se han desmoronado cuando se descubren sus métodos para el logro de sus fortunas. Aún así, surgen otros que pretender reemplazarlos sin importar las consecuencias de dineros habidos en condiciones muchas veces ilegales. Razón tenía Mafalda: "No se amasa una fortuna sin hacer harina a los demás".

Por estos días, se transmite un seriado televisivo basado en una conocida novela, La bruja, que narra la historia real de un narcotraficante relacionado con el alto mundo de la política regional y nacional. El resentimiento del personaje central lo lleva literalmente a comprar a todo un pueblo y arrodillar a su gente hasta convertirlo en "el patrón", a quien muchos quieren emular. No es de extrañar entonces que haya sido uno de los modelos que llevó a una saga violenta a muchos sitios y personas de Antioquia, tal como ocurrió en toda la geografía nacional.

El dinero, como el amor o la gripa, no se puede ocultar, y estos personajes, se empeñan en mostrarlo a todas luces, en todas partes. Con él compraron y siguen conciencias, y los politicastros como los faranduleros, ávidos de plata y poder, son presa fácil y aliados obvios en nefasta coalición. Los hechos pasados y recientes hablan por sí solos sin necesidad de explicaciones. Por eso, al elegir en este año electoral, es bueno saber quiénes son las llaves ocultas de algunos candidatos y qué pretenden.

Apostilla 1. La música de Estercita Forero deleitó y lo seguirá haciendo por generaciones enteras por todo el orbe. Los carnavales de Barranquilla y su guacherna serán un eterno homenaje a esta gran figura de nuestra hermana ciudad, que este año vio partir también a la legendaria Sonia Osorio. Paz en la tumba de la "Novia de Barranquilla"

Apostilla 2. Murió el polémico Jack Kerkovian, más conocido como "el doctor muerte". Asistió al suicidio de más de 130 personas moribundas con sufrimientos físicos. Sus métodos fueron duramente cuestionados pero mucha gente lo buscaba para su asistencia en los últimos momentos. Le fue retirada la licencia para ejercer la medicina y, después, condenado a 10 años por homicidio. Su fallecimiento reabre un debate ético en relación con temas como la eutanasia.