Como todos los años en esta época, los reyes magos han llegado a Belén.
El ministro Cárdenas trae consigo una nueva Reforma Tributaria, que sumada a las otras dos que pasó, terminará de apretar de manera exorbitante, y desligada con el entorno latinoamericano, los bolsillos de los hogares y las empresas colombianas, no sin descontar el impacto que tendrá en la tasa de inversión y la reducción de la inversión extranjera. Así, el panorama económico del 2017, por el mal manejo de la bonaza petrolera y el crecimiento de la corrupción y la burocracia desde el año 2010, tendrá tormentas y tempestades. El ministro Cristo lleva consigo el lastre y el regalo de haber burlado al constituyente primario en el 2016 y la necesidad de pasar en el 2017 por el Congreso todas las reformas constitucionales y legales que implementarán los acuerdos finales.
El panorama político del 2017 tendrá por ello mucho movimiento, confrontación e inestabilidad. Estaremos en pre-campaña presidencial y las fuerzas de la oposición y de la Unidad Nacional medirán su conexión y favorabilidad con el electorado, lo cual dependerá del fondo y la forma en la que se implementen los acuerdos. Se podrá censar que es lo que realmente quiere la ciudadanía, lo que determinará finalmente a quien dará su favorabilidad. No será cuestión sencilla, se trata de determinar el modelo de país que queremos. Y Santos, el Rey Mago, el Rey de Bastos, que de Bastos o Basto es porque todo lo hace como le da la gana, nos trajo el regalo de la desinstitucionalización en el 2016. En el 2017, seguramente, nos darán muchas más sorpresas. ¿Qué más justificará la paz y la implementación de los acuerdos? Lo sabremos en el 2017 más temprano que tarde, pero espero, por el bien de la República, que no se trate de nuevas argucias jurídicas, como por ejemplo extender su mandato o prescindir de la segunda vuelta presidencial, vía una reforma constitucional en pro de la implementación de los acuerdos.
Ojalá los reyes magos, el Presidente y sus ministros, nos trajeran otros tipos de regalos como crecimiento económico, reducción de la corrupción y respecto a las instituciones. No creo que esto sea mucho pedir. De todas formas, tal como está pasando con Trump en la Casa Blanca, cuando el péndulo de la política haga su retorno de la izquierda a la derecha en Colombia, las cosas cambiarán. Trump ya empezó a desmotar el plan de salud de Obama. Esto significa que se desmontarán los subsidios y ayudas, que no contaron en su momento con el consenso necesario, y por ello, conforme a los ideales republicanos, será el esfuerzo de cada uno de los ciudadanos lo que determinará las políticas públicas federales.
Así, lo que antes era la ley de la tierra, no lo será más, y cambiará no solo porque cambiaron los tiempos, sino también porque cuando se promulgó la ley no hubo los consensos nacionales necesarios. Esto es lo que nos puede pasar en Colombia con la paz. Por ello, el mayor regalo de reyes que le podemos pedir al presidente Santos es que sea el presidente de todos los colombianos y logre los consensos necesarios, de manera que cuando se presente el retorno del péndulo político de la izquierda a la derecha, ello no cause traumatismos innecesarios en la vida nacional.