Sin embargo, a la ex y actual administración distrital no solamente le importa un comino su valor comercial como tampoco su valor espiritual, pues ni le va ni le viene que el exjugador, insignia del fútbol samario, colombiano y sudamericano, esté ahí bien representado para todo el mundo y peor aún, le tiene sin cuidado que la cantidad enorme de turistas que llega semanalmente a tomarse fotos en esa estatua desde el siguiente día que fue erigida allí nunca más lo vuelvan a hacer, al fin y al cabo, ninguno de los dos jugó a fútbol con él y, además, a la Alcaldía no le entra un solo peso por ver a esa estatua de la cual sólo se surten unos "pobres fotógrafos y vendedores de raspaos, mango biche con sal y muchos otros vendedores ambulantes que caen ahí como moscas", cada vez que llegan los turistas a tomarse sus "selfies" con la efigie del astro del balompié colombiano.
La siguiente fue la reacción del creador de ese monumento convertido hoy día en uno de los más atractivos turísticos de Santa Marta al enterarse de las malas intenciones de la ex y actual administración de la Alcaldía, que al fin y al cabo es una sola, de trasladar la estatua a otro lugar. El escultor Amilkar Ariza:
"Alcalde uf! está cometiendo un gravísimo error al querer cambiar la escultura del Pibe por desconocer que el único que sabe qué hacer soy yo y me ha ignorado igual que mi derecho de petición.
Lo que le traería enormes perjuicios legales. Iré a Santa Marta a una rueda de prensa para mostrar la gravedad del asunto de destruir una obra que vale un millón de dólares. Este mensaje se lo he enviado al Alcalde, pero él no lo lee. Entréguenselo a los periodistas y busquemos un abogado amigo que quiera defender la escultura que le pertenece a todos los samarios".
Sin duda, el "progenitor" de la estatua del Pibe Valderrama no podría estar más infeliz y brincando de la ira sobre la tierra a la que algún día volverá convertido en polvo, pero aún no, porque ahora le dieron un motivo más de sobrevivir...
