11 muertos, dos heridos y cuatro atrapados tras explosión en mina de carbón

Una cinta, una valla y unos metros de distancia los separa de los socorristas, que apuran para tratar de rescatar con vida a los mineros, que están a 600 metros bajo tierra.

Judiciales - Nacional
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Familiares de mineros desaparecidos aguardan esperanzados por noticias de sus seres queridos.

En alerta se encuentran las autoridades en el departamento de Cundinamarca tras la explosión de una mina de carbón en el municipio de Cucunubá, que dejó 11 personas muertas, una de ellas ya identificada como Fredy Redero, dos más heridas y entre cuatro y cinco atrapadas.

Según Wilson García, director de Gestión del Riesgo de este departamento, el suceso se dio en la vereda Pueblo Viejo de esta municipalidad, donde actualmente se realizan las labores de rescate de los atrapados.

“Los heridos se encuentran en el Hospital de Ubaté y actualmente se encuentran fuera de peligro, adicionalmente estamos con todos nuestros organismos de socorro en esta zona rural, donde trabajamos para poder sacar cuanto antes a los atrapados en esta mina de carbón que explotó”, dijo el funcionario.

Explicó que la emergencia se registró, al parecer, por una explosión de gas metano en el interior del socavón.

“Esta es una información que tenemos que verificar una vez sean rescatadas todas las personas que están atrapadas”, dijo el señor García.

Agregó que la información del Consejo Municipal de Riesgo del municipio de Cucunubá reveló que esta mina, al parecer, tenía autorización de las autoridades locales para su funcionamiento.

Familiares de mineros desaparecidos aguardan esperanzados por noticias de sus seres

Una cinta, una valla y unos metros de distancia los separa de los socorristas, que apuran para tratar de rescatar con vida a los mineros, que están a 600 metros bajo tierra.

A solo unos cien metros del socavón El Cerezo, la mina donde buscan a los cinco mineros que permanecen atrapados desde este viernes tras una explosión, decenas de familiares permanecen sentados detrás de una cinta a la espera de noticias de sus seres queridos.

Una cinta, una valla metálica y algunos metros de distancia los separa de los socorristas, que apuran para tratar de rescatar con vida a los trabajadores que están a cerca de 600 metros bajo tierra.

Con un vaso de agua en mano y lágrimas en los ojos aguardan pacientemente. Nelsa Barón, aunque asegura que las autoridades se demoraron en llegar, confía en que su hijo esté aún con vida.