La situación se ha convertido en una emergencia puesto que las comunidades de los alrededores del espejo lagunar derivan el sustento de sus familias de la pesca.
La comunidad de la Ciénaga de Zapayán, en el municipio de Piedras de Moler Sueña, Magdalena, se encuentra consternada por la muerte masiva de peces que ha afectado a más del 80% de la población ictícola de la ciénaga, el pasado miércoles, una mortandad sin precedentes azotó la ciénaga, dejando a los habitantes sin su principal fuente de alimento y sustento. Más de 2.000 personas se encuentran afectadas por la escasez de peces, lo que ha generado una profunda crisis social y económica en la localidad.
En diálogo con EL INFORMADOR, Carlos Martinez indicó que, “ el fallo del Consejo de Estado en 2019, ordenaba actualizar e implementar planes de manejo ambiental para la protección de humedales en la zona, era una medida esperanzadora dirigida a prevenir precisamente este tipo de desastres. Sin embargo, la aparente falta de acción y seguimiento por parte de las autoridades competentes hasta ahora sugiere un desdén preocupante por el medio ambiente y por la implementación de políticas que aseguren la sustentabilidad de estos ecosistemas críticos.”
Además, este caso subraya la importancia de involucrar a las comunidades afectadas en el proceso de toma de decisiones y en la implementación de soluciones, asegurando que sus voces sean escuchadas y que sus necesidades sean atendidas. La conservación efectiva de los ecosistemas acuáticos y la prevención de futuras catástrofes ambientales requieren un enfoque integrado que combine la ciencia, la política y la participación comunitaria.
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El fenómeno del niño y sus afectaciones en la ciénaga.
Carlos explicó que esta situación probablemente ocurrió debido al fenómeno del niño. Explicó que cuando la ciénaga pierde su caudal y se enfrenta a fuertes vientos, el agua se vuelve turbia y se revuelve, lo que afecta el oxígeno de los peces y resulta en una mortalidad masiva. Destacó que hay una relación directa entre este fenómeno y la situación actual. Argumentó que si se hubiera implementado un sistema adecuado, como el sistema de excusas u otro sistema recomendado por expertos en temas ambientales, alrededor de la Ciénaga de Zapallar, los caudales no habrían disminuido de manera tan drástica y la afectación a la población de peces habría sido menor. Comentó que fue necesario desarrollar un plan para recoger la gran cantidad de peces muertos que aparecieron en la ciénaga. Expresó tristeza por el impacto de esta situación en la comunidad, especialmente en términos de seguridad alimentaria. Concluyó que es lamentable ver cómo la ciénaga, que es vital para la vida en la zona, sufre estos problemas y pone en riesgo la seguridad alimentaria del municipio.
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La ciénaga de Zapayán es un ecosistema vital para la biodiversidad y el sustento de las comunidades locales, por lo que la pérdida masiva de peces representa un golpe devastador para el equilibrio ambiental y la seguridad alimentaria de esta población vulnerable.
