A partir de hoy EL INFORMADOR, estará escribiendo una serie de informes especiales, sobre los 90 años de La Masacre de las Bananeras, en esta ocasión daremos inicio con los 40 años del Prometeo de la Libertad, el cual es la escultura, ubicada en el corazón de la plaza de los Mártires, en plena Estación de Ciénaga, la que nos identifica y es un punto de referencia.
Más que eso en conmemoración del cincuentenario de este trágico suceso, se erigió este monumento para rendirle un sentido homenaje a los mártires de las bananeras y el sindicalismo colombiano: un trabajador con un machete en alto, en actitud digna y desafiante que recuerda a los jornaleros.
La escultura, fue elaborada por el maestro Rodrigo Arenas Betancourt, uno de los más importante escultores de Colombia, nacido el 23 de octubre de 1919 en Fredonia (Antioquia) y muere un 14 de mayo de 1995 en la ciudad de Medellín.
Cuentan algunos habitantes de Ciénaga, que este monumento, ha levantado durante años sospechas en esta población, porque representa, aparentemente a uno de los obreros antillanos que participó en la huelga.
Del Prometeo de la Libertad, es poco lo que se habla, solo los historiadores, manifiestan que en esa época, la población negra era minoritaria y entonces lo observan con un escepticismo, por la forma de la figura de estar desnudo, ya que en los años 20, los obreros tenían un ropaje característico.
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Investigando, esculcando algunos libros e indagando con los cienagueros, todo coincide que: el escultor Antioqueño Rodrigo Arenas Betancourt, este monumento al principio lo iba a instalar, en Aruba isla holandesa del caribe, ubicada frente a las costas venezolanas, donde fue comisionado, todo para recordar los esclavos de la colonia.
Pero la escultura, nunca salió de la bodega debido a discrepancias en la isla, nada menos y nada más, por los rasgos de la figura, el cual es un modelo a un joven chocoano de la universidad de Antioquia.
Llega el año 78, la conmemoración de los 50 años de la Masacre de las Bananeras, sindicalistas cienagueros, querían un monumento, para que se recuerde ese suceso, pero el presupuesto no alcanzaba, era demasiado ajustado.
Arenas Betancourt, quien era un hombre de izquierdas, decidió donar la escultura en un acto de generosidad, el "Negro" como es llamado por los cienagueros y visitantes, en posición de grito de lucha, el cual estaba almacenado en su taller en Medellín. Lo ofreció y de inmediato las organizaciones sociales, aceptaron pero, le sugirieron algunos cambios, como añadir el machete o "chambelona" para cortar racimos de guineo.
El Prometeo de la Libertad, a si como fue bautizado, empotrado sobre rieles donados por los sindicatos e inaugurado en 1978, en el mismo punto donde se encontraba, la antigua Estación del Ferrocarril y donde el General Carlos Cortés Vargas, dio la orden de disparar contra los obreros que allí protestaban de manera pacifica, una madrugada del 6 de diciembre de 1928.
Hoy 40 años después esta escultura, luce descuidada, descolorida y son pocas las restauraciones que se le han dado, el abandono de algunas administraciones que no han tenido la voluntad política, de restaurarla, como ha pasado con las edificaciones y el Templete que se cae a pedazos y nada que lo intervienen.
