Un Ciclón sin identidad

El proyecto Ciclón 2018, parece no tener un norte establecido, solo basta con mirar los números.

Sopla Ciclón
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Los 13 años del Unión en la segunda división del fútbol colombiano se convierte en una variable de presión para cualquier cuerpo técnico que se someta al once samario.




Unión Magdalena está sumergido en una profunda crisis que toca desde lo deportivo hasta lo gerencial. El proyecto Ciclón 2018, parece no tener un norte establecido, solo basta con mirar los números: en lo que va del semestre los dirigidos por Harold Rivera han disputado en total nueve encuentros, dos por Copa Colombia y siete por el Torneo, de los cuales solo ha ganado dos cotejos ambos por el certamen de la B (Atlético y Barranquilla) jugados en el Sierra Nevada.

No obstante, a los seis puntos logrados se le suman tres empates (Tigres, Fortaleza y Llaneros) para un total de nueve unidades mostrando un bajo rendimiento, sacando a relucir los 21 puntos posibles en las siete jornadas disputadas hasta ahora. Pero la crisis de los samarios va mucho más allá de los números, y se centra en la falta de ganas, pundonor y la identidad clara de juego.

Es difícil descifrar a este Unión: por momentos genera un fútbol vertical, rápido y con destellos de club ofensivo; pero casi de inmediato saca a resplandecer un equipo sin garra, mermo, sin emociones, difícil de revertir un resultado y mucho menos de sostenerlo, tal como sucedió en Cota (Cundinamarca) ante Fortaleza, donde se ganaba cómodamente 2-0 y se terminó igualado 2-2.

¿Pero en verdad el Ciclón tiene un mal equipo? La respuesta es no. El once Bananero para el presente año convocó a jugadores que conocen la B y que además se encuentran activos -en su mayoría- caso concreto el portero Cesar Giraldo, inamovible bajo los tres palos en Tigre, Erwin ‘Alpinito’ Carrillo goleador del pasado torneo con Cúcuta -próximo rival-, el cienaguero John Miranda máximo pasador a gol  en el Cúcuta el año pasado, Jhonier Viveros y el veterano de mil guerras David Ferreira -único jugador que puso la cara luego del partido desastroso ante Llaneros-.

Con la incorporación de estos baluartes en la B, donde no abunda el talento; pero además teniendo como fortín nuevamente a su tierra, Santa Marta, luego de cinco año de deambular por diferentes canchas del Caribe; se llegó a pensar que se tendría un efecto positivo en la escuadra samaria para ser protagonista desde el arranque del Torneo; pero la realidad golpeó el rostro de muchos y dicta otra cosa: remar contra la corriente como en los últimos 4 torneos.

La mano de Harold Rivera, no se ve

Los 13 años del Ciclón en la segunda división del fútbol colombiano se convierte en una variable de presión para cualquier cuerpo técnico que se someta al once samario, y todo por una simple razón: la afición no quiere procesos largos; quieren ver a su escuadra en la punta de la tabla desde el inicio y que practique un fútbol sólido en ataque y defensa.

Todo parece indicar que a Rivera, el retorno a Santa Marta, no lo transformó en un plus, todo lo contrario: en una carga difícil de llevar jornada tras jornada y la cual le está generando un desgaste a la hora de decidir, en pocas palabras la mano de Harold Rivera, no se nota, la decisión pasa por los jugadores dentro del campo.

Bajo estos conceptos que presenta el Ciclón la presencia del ibaguereño en la raya se vuelve difícil de sostener de lograr otro resultado adverso en la próxima fecha sus días como entrenador del Unión estaría contados.Por ahora lo que sostiene a Rivera es la modificación de un Torneo corto a uno largo, más tiempo para trabajar.

La afición se cansó

Luego del pálido 0-0 ante Llaneros cientos de hinchas lanzaron frases contra los jugadores y directivos, señalando que el principal problema del Unión es la falta de amor por la camiseta y que todo se basa en armar equipos para mantenerse en la B, sin tener ilusiones de ascender y esto para los que acompañan al cuadro azul y rojo se ve año tras año.

Según los adeptos unionistas, Harold Rivera, tiene los días contados en el club, ya que, para ellos  no es el indicado para manejar las riendas Bananeras.

Palabras de David

Ferreira

El 10 samario, David Ferreira, fue el único que se quedó en el campo de juego para hablar con los medios, así analizó el creativo lo sucedido ante Llaneros “cuando los resultados no son buenos como este, es normal que la afición se desespere, sin embargo, en estos casos tenemos que estar tranquilo, tener mucha madurez; creo que de esta crisis los que tenemos que salir somos nosotros (jugadores) y sé que con ayuda de Dios lo vamos a lograr, porque, tenemos un buen equipo. Lo reitero la responsabilidad es exclusivamente de nosotros, lo digo porque, somos los que jugamos y tenemos que dar la cara. Esto va a cambiar y vamos a colocar a Unión donde se merece”.

Por: Álvaro Quintana Por: Álvaro Quintana Redacción EL INFORMADORFotos: Orlando Marchena





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