(EFE).- Las contrarreloj por equipos comerciales en féminas y hombres, carreras que desaparecerán de nuevo del programa en 2019 tras haber sido incluidas en 2012, darán este domingo el pistoletazo de salida al Campeonato del Mundo de ciclismo en ruta, que acoge la ciudad austríaca de Innsbruck del 23 al 30 de septiembre.
Serán ocho días de competición que cerrará la prueba reina, la carrera en línea elite masculina con buena parte de las principales estrellas del pelotón internacional.
Una prueba este año especialmente dura por una subida de 2,8 kilómetros al 11,5 por ciento de desnivel medio, la de Gramartboden, situada a 9 kilómetros de meta y con tramos de hasta el 25 por ciento.
Esa ascensión solo se incluirá en la última de las seis vueltas a un circuito final de 24 kilómetros que sucederá un arranque de 90 kilómetros más llano. Y que también cuenta con otra subida de 7,5 kilómetros más tendida, la de Igls, que provocará un desnivel acumulado a lo largo de los 265 kilómetros de recorrido de 4.670 metros.
Cifra que hace de la de este Mundial, en cálculos de la propia Unión Ciclista Internacional (UCI), la décima prueba en línea más dura de la historia. Las tres primeras fueron las de Nurburgring/Alemania 1966 (5.844), Duitama/Colombia 1995 (5.460) y Chambery/Francia 1989 (5.439).
Serán en total doce pruebas distribuidas en los ocho días de competición. Siete ellas, las diferentes cronos que se disputarán de domingo a miércoles. Además de las dos por equipos, las júnior femenina (lunes) y masculina (martes), la masculina sub-23 (lunes) y las dos sénior para féminas (martes) y hombres (miércoles).
