Las directivas de la Institución en cabeza del señor Rector, Ruthber Escorcia Caballero expresa sus más sentidas condolencias por el fallecimiento de Jaime Antonio Llanos Delghans, quien se desempeñó como docente de la Institución desde el año 1976, aportando con un sentido ético y humanista a la formación de decenas de profesionales de la Región Caribe.
La Universidad del Magdalena exalta y reconoce en el profesor Jaime Antonio Llanos Delghans toda una vida dedicada a la docencia, a la investigación y a su compromiso en la difusión de conocimientos, valores y principios para las futuras generaciones. En 1970 ingresó a esta Casa de Estudios Superior para formarse como economista y en 1976, a los 27 años, inició su historia como uno de los docentes más representativos de la Alma Máter.
Durante su tiempo en la Institución también ocupó importantes cargos como vicerrector académico, director de unidad y como Rector en el periodo 1986- 1987. De igual forma se resalta su papel como investigador, dirigiendo semilleros y trabajos de grado, así como importantes proyectos en el área de contaduría y la hotelería. En este sentido, su incansable producción académica lehizo destacarse por su gran compromiso y entrega a Unimagdalena, a quien él mismo denominó como su segunda hogar.
La Universidad reitera su enorme gratitud y reconocimiento al profesor Jaime Antonio Llanos Delghans y manifiesta sus sentimientos de pesar por la sensible pérdida de un hombre que, sin duda, se preservará en la memoria de las personas que cuentan con la fortuna de conservar su legado. Unimagdalena le rendirá un homenaje póstumo hoy miércoles de 11 de la mañana a 2 pm en el auditorio Roque Morelli, donde sus restos permanecerán en cámara ardiente. Posteriormente a las tres de la tarde se celebrará una ceremonia religiosa en la iglesia Santa Ana y luego se le dará cristiana sepultura en el cementerio Jardines de Paz.
Jaime Antonio Llanos Delghans, fue también un genuino representante del hombre Caribe, representando a su tierra con orgullo y distinción, deja en la Universidad del Magdalena un caudal de grandes y numerosos amigos, que reconocerán por siempre su gran aporte a la construcción de ésta, su Alma Máter.
