‘Altos del Rosario’, el son más interpretado en el Festival de la Leyenda Vallenata

A su hermano Náfer, cuando se le preguntó por Alejo, no escatimó elogios y expresó. “No es que yo lo diga, lo puede preguntar. Cuando Alejo llegaba a cualquier parte hacía amistad fácil. Era más pegajoso que una estampilla”. Soltó una carcajada con la fuerza de los Durán y añadió. Eso hizo posible que fuera de muchos amigos y con su estilo único para tocar el acordeón se impusiera”.

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*La versión 57 del Festival finaliza el 4 de mayo con la Gran Final Concursos en el Parque de La Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araujonoguera’ con la presentación de Juan Luis Guerra, el Grupo Frontera, Iván Villazón, Peter Manjarres y Elder Dayan.

Valledupar se prepara para festejar su máxima fiesta en honor a su ritmo vallenato, aires que nacen en sus tierras y que se apodera del sentimiento vallenato.

Este año cuando se festeja su versión 57, y el homenaje es para el canta autor Iván Villazón, en reconocimiento a su trayectoria artística, como uno de los mejores exponentes de esta línea musical, se recuerda muy especial a  Gilberto Alejandro Durán Díaz, el primer Rey del Festival de la Leyenda, que ostenta un récord que consiste en ser el autor del son más interpretado en el evento.

Alejo Durán, ‘El negro grande’, nació para ser de esa dimensión y su nombre quedó enmarcado en la historia del folclor vallenato y más en su tierra El Paso. En la gráfica Irene Rojas recordó con el maestro Náfer Durán su historia de amor con Alejo Durán
Alejo Durán, ‘El negro grande’, nació para ser de esa dimensión y su nombre quedó enmarcado en la historia del folclor vallenato y más en su tierra El Paso. En la gráfica Irene Rojas recordó con el maestro Náfer Durán su historia de amor con Alejo Durán



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Se trata de ‘Altos del Rosario’. En ese orden siguen la puya ‘Déjala vení’ de Náfer Durán;  la puya ‘La fiesta de los pájaros’ de Sergio Moya Molina;  el son ‘Pena y dolor’ de Alejo Durán;  el paseo ‘La Loma’ de Samuel Martínez y los sones ‘Mujer incomprensiva’ y ‘Qué bonita que es la vida’ de Adaulfo Herrera).


La marca de la canción quedó en ese pueblo con nombre propio, hasta mucho tiempo después cuando el artista Carlos Vives, la llevó a los escenarios del mundo volviendo a cantar. “Lloraban los muchachos, lloraban los muchachos, lloraban los muchachos, al ver mi despedida. Yo salí del Alto, en la Argelia María. Si la fiesta sigue, Durán si no se vá”.
La marca de la canción quedó en ese pueblo con nombre propio, hasta mucho tiempo después cuando el artista Carlos Vives, la llevó a los escenarios del mundo volviendo a cantar. “Lloraban los muchachos, lloraban los muchachos, lloraban los muchachos, al ver mi despedida. Yo salí del Alto, en la Argelia María. Si la fiesta sigue, Durán si no se vá”.



Como dato curioso Alejo Durán no lo interpretó en la final cuando ganó en el año 1968, pero es el son que tiene un relato sensacional. Es la crónica cantada dedicada a un pueblo inolvidable, a unos amigos inigualables y a hechos que quedaron plasmados para la historia en letra y melodía.

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Ese pueblo del departamento de Bolívar, anclado a orillas del río Magdalena, quedó premiado por Alejo Durán, quien vivió allá y siempre sus habitantes fueron agradecidos al considerarlo un ídolo. Además, quedó estampado en el corazón de muchos pueblos, es decir pegado en el alma popular, comenzando por su natal El Paso, hasta llegar a Planeta Rica, donde fue sepultado.






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