Utilizando al apetecido uranio, los científicos modernos han tenido un espléndido triunfo, pues han aislado un electrón de un átomo de densidad no natural, así han redimido energía atómica de un poder desmedido superior a todo lo hasta ahora imaginado por la mente humana.
Los científicos se idearon luego que átomos de hidrógeno se combinaran para formar átomos de helio, originándose en tal proceso energía de un poder apocalíptico e ilimitado.
Ambicionando emplear la energía atómica, esto es, pretendiendo descubrir toda la ciencia de la transmutación de los átomos, la forma o manera de cambiar un átomo a otro, los científicos aspiran meterse en el mundo donde la materia tiene todas las posibilidades, pero quieren entrar a ese mundo por puerta falsa; es decir, manejando leyes científicas sin ética de ningún género, sin haber llegado a la espiritualidad verdadera.
Conforme la camada superior de la atmósfera de la Tierra continúe destruyéndose debido a las explosiones atómicas, los terremotos se acrecentarán porque dicha camada es la sustentación de la vida de nuestro planeta.
Ahora bien, para lograrse la energía nuclear se necesita de grandes cantidades de calor, peligrosos de maniobrar y que en cualquier instante pueden suscitar una catástrofe.
Para obtener la energía nuclear, se requiere de formidables cantidades de minerales radioactivos, de los cuales sólo se aprovecha un treinta por ciento.
Debido al abuso de la energía atómica en los próximos años, habrá más calor en algunas regiones del planeta Tierra; y eso ocasionará el deshielo de los polos, que ya ha comenzado, trayendo como secuencia o secuela un nuevo "diluvio universal".
Además, otro problema que causará los experimentos atómicos es la multiplicación en los próximos decenios, del "dióxido de carbono", entonces este elemento químico formará una gruesa capa en la atmósfera de la Tierra.
Tal capa absorberá atrozmente la radiación térmica y actuará como un invernadero de fatalidades, haciendo que la situación sea gravísima en el ámbito social debido a que va desapareciendo el suelo fértil, y no debemos olvidar que diariamente nacen miles de personas que necesitan alimento.
Si bien es cierto que la energía nuclear es mortífera para la humanidad, no es menos cierto que en el presente existen también, "rayos de muerte", "bombas microbianas" y muchos otros elementos tremendamente destructivos, perversos, inventos científicos al servicio de la destrucción de vidas humanas y de la ecología del planeta.
Las explosiones atómicas experimentales que el ser humano está incesantemente ejecutando pone en peligro la vida del planeta Tierra, y no sólo está aniquilando las reservas de oxígeno, sino además está asesinando a la gente, ya que está ocasionando extrañas y peligrosas enfermedades imposibles de curar, esto ya está demostrado.
Las consecuencias de estos experimentos es el inconveniente de la entrada de la luz solar y de los rayos ultravioletas, produciendo por ello graves desórdenes en la atmósfera; y esto suscitará alteraciones climáticas, glaciaciones, avance de los hielos polares hacia el Ecuador, ciclones espantosos, terremotos, etc.
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