El narcotráfico en la mesa de La Habana

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jorge Caicedo Correa

Jorge Caicedo Correa

Columna: Opinión

e-mail: jcaicedoster@gmail.com



El tercer punto en la mesa de los diálogos de paz en La Habana versa sobre el espinoso punto del narcotráfico que es el motor del conflicto colombiano, lo ideológico y social es de fachada. Este tema coincidencialmente la televisión colombiana lo está socializando con sus buenas series y documentales sobre Escobar el Patrón del Mal y el Paisa.

Todos los grupos alzados en armas se volvieron carteles ó como el M-19 en el caso de la toma del Palacio de Justicia; sicarios al servicio del narcotráfico. Indudablemente, el narcotráfico convirtió a las Farc en una organización delictiva poderosa a nivel mundial porque se conjuga una fuerte disciplina militar con dinero de este negocio satánico.

¿Negarlo? Es un imposible, a través de la pantalla chica se observa el accionar de su comandante de frente "El Paisa" que del "Cartel de Medellín" pasó a las Farc y el "Negro Vladimir" que de las Farc, encargado del contacto con narcotraficantes se pasó a las Auc con las mismas funciones y ahora está como colaborador: "Esto no lo entiende nadie" expresó un funcionario Norte Americano.

Los negociadores de las Farc en La Habana y su Estado Mayor, saben que a pesar de su férrea disciplina y que Cano fusiló a más de cuarenta integrantes antes que fuera abatido por la Fuerza pública y que en la zona del Caguán fusilaron a mas de cuatrocientos, para mantener su autoridad, sin la ayuda del gobierno es un imposible desmontar ó retirarse de ese maldito negocio.

Sin que se me considere "Buitre", la solución de este punto es crucial, porque las Farc controlan el transporte y los embarques con bandas delincuenciales que en oportunidades han sido rivales pero ellas le aceptan el liderazgo en los despachos por su control territorial, disciplina de su gente y el apoyo de los milicianos.

La experiencia de Colombia en este tema ha sido nefasta, se desmovilizó el Epl y continuó "Megateo" en el Catatumbo traficando con la franquicia de ese grupo guerrillero, se desmovilizaron las Auc y aparecieron las Bacrim con el negocio.

Si en este tercer punto que es el narcotráfico, se llega a un acuerdo y este sea cumplido a cabalidad, sin engaños, como de que yo no estoy traficando pero mi compañero si, y solamente me reuní a hablar de los viejos tiempos, las negociaciones son un éxito, sino sería un fracaso peor que el Caguán porque en el punto dos, la participación en política, a pesar de las bondades que el gobierno le da a las Farc como circunscripción especial y la frase que no se entiende, "dejación de armas" en vez de entrega, pasarían a segundo plano al analizar p. ej. Cuando trabaje en Monómeros CV., producía de ganancias de veinte a veinte cinco millones de dólares al año y el Mexicano se ganaba más de tres veces esa suma en un embarque de drogas ilícitas.

En las zonas de reserva campesina, en las elecciones de cuerpos colegiados, además de la compra de votos como es habitual en nuestra política, obligarían al pueblo apoyar sus candidatos bajo pena de muerte y así barren electoralmente.

Si han entregado las armas y necesitan rearmarse, lo pueden hacer, Vg. en Texas para adquirir una pistola 9mm., el vendedor atiende así: con permiso quinientos dólares y el papeleo se demora tres días, sin permiso mil dólares y se la lleva ya.

Es una desgracia, pero la paz en Colombia depende del control del tráfico de las drogas ilícitas, de la decisión del Paisa si apoya el y sus frentes los diálogos de paz, ó su legalización mundial porque es la única forma como se acaba este nefasto negocio, porque se corre el riesgo de que un grupo político se imponga por el terror y el dinero sucio. "Por su voto o plata o plomo", el elector escoge.