Todos los colombianos desde los más entrados en años, hasta los infantes pasando por los más fervientes aficionados del deporte de las multitudes, han celebrado la clasificación de Colombia al mundial del Brasil. No es fácil llegar a estar entre las mejores selecciones de los distintos continentes, que en franca lid, se ganan el derecho a disputar un campeonato mundial de futbol.
Tuve la fortuna y el acierto de poner de presente hace año y medio en esta misma columna, la predicción de que en la nueva era Pékerman y con Falcao, íbamos a volver después de 16 años al más grande evento del deporte mundial.
No hay lugar a discusión, por cuanto los hechos y logros son dicentes y reales. Pero el ingreso del Director Técnico argentino un filósofo del futbol, un estratega verdadero, un hombre que respira futbol por sus poros, ha hecho que con su trabajo serio, paulatino y eficaz, nuestros jugadores cambiaran de mentalidad y dejaran de ser pesimistas y pasaran a creer en ellos mismos y en su labor colectiva.
Pékerman lejos de estar hablando y especulando, prefiere que las realidades futbolísticas, como en efecto han sucedido hablen por él. Su historial como técnico, el haber consagrado a Argentina dos veces campeón mundial juvenil, son un palmarés de envergadura.
Ha hecho que todos sin excepción, titulares y suplentes, sientan la camiseta, la suden y se den cuenta de que el compromiso que ellos tienen no es tanto con el equipo al cual pertenecen sino con una nación que los acompaña, vitorea y les reconoce el esfuerzo. Jamás se había visto un onceno y un componente humano tan homogéneo y tan entregado a su causa.
Han demostrado que sí poseen garra, ganas y han dejado el alma en la cancha, como suelen hacerlo otros equipos suramericanos, verbigracia los del cono sur, esto es Argentina, Uruguay y los anfitriones brasileros del Campeonato del 2014.
Tengo la seguridad de que nuestro papel en estas justas futbolísticas va a ser decoroso e importante. Nos favorece el hecho de que somos cabeza de serie, puesto que estamos entre los cinco primeros del escalafón mundial de la FIFA. Lo anterior quiere decir que no nos toca enfrentarnos por esa razón a los favoritos, dado que estos encabezarán igualmente las otras series.
Respeto, pero no comparto la escogencia de la FIFA para señalar los número uno en cada serie, toda vez que solamente se tiene en cuenta la trayectoria o resultados del último año, pero la tradición, la historia, la jerarquía y las posiciones en anteriores mundiales no tienen valor. Eso no es justo y no obedece a un criterio objetivo, realista y equitativo.
Por esa causa, es el caso de Italia cuatro veces Campeón mundial no figura de primero en ninguna serie y con esos nuevos parámetros de elección, quedó por fuera de estar liderando una serie. En cambio nosotros que futbolísticamente hablando no hemos brillado tanto como ellos, apareceremos en el primer lugar en una de las series.
Estos veintidós jugadores convocados, han merecido su convocatoria. Pékerman los ha observado en los distintos equipos en que juegan, la mayoría en Europa. A quien alinea como titular, es porque realmente se encuentra en las mejores condiciones técnicas, físicas y anímicas y consecuentemente su ritmo en donde juega es óptimo, lo cual significa que se han constituido en baluartes y jugadores indispensables y reconocidos por el cuerpo técnico y por sus hinchas.
Pero igualmente es de resaltar en estas eliminatorias la buena actuación de los técnicos colombianos, pues han logrado clasificar a las selecciones que dirigen. Jorge Luis Pinto tan controvertido en Colombia estará en Brasil con Costa Rica. Reynaldo Rueda retorna a otro Mundial con Ecuador y Luis Fernando Suarez conducirá a Honduras después de que pasó las duras y las maduras para su clasificación.
La selección Colombia de hoy, tiene madurez, pese a que son la mayoría menores de 27 años. Más su experiencia en equipos de valía les da seguridad y eso sumado a la sofrología positiva de Pékerman ha producido los efectos que nos permitieron ir al Brasil.
Los pocos veteranos le dan confianza a sus compañeros. Su capitán Mario Alberto Yepes es indiscutiblemente una garantía en la defensa y lo mismo acontece con el negro Perea. Esta última aseveración va en contra del sentir de muchos críticos que consideran que les pesan los años y que perdieron la velocidad. A mi juicio son bastiones defensivos. Espero que lo confirmen en el Brasil.
Esta nueva generación es disciplinada, con un evidente profesionalismo, con conciencia de trabajo en conjunto, con deseo de hacer grandes cosas y ojalá así sea en Brasil. El otro factor afirmativo, como ya lo hemos comentado es disponer de un Técnico como Pékerman, quien ya fue elegido como el mejor de América, conforme a los éxitos de la eliminatoria.
Animo, suerte y que los triunfos sean el común denominador en las canchas cariocas. Toda Colombia está con ustedes.