El ex presidente Uribe Vélez ataca constantemente al presidente Santos, señalando de manera reiterada el aumento de la inseguridad, generando de paso, pánico al pueblo colombiano. A decir de muchos no quieren otro Caguán.
El ex gobernador Horacio Serpa, en columna de opinión de los miércoles en El Nuevo Siglo, sale en defensa de, un director de un diario paisa acusado de nexos paras, de un político liberal de Córdoba ya condenado, de un dueño de una Universidad acusado de la masacre de Segovia y de un ex representante a la Cámara oriundo de Barrancabermeja acusado de asesinato.
Lo coincidencial es que la mayoría de ellos son reconocidos liberales serpistas. Serpa ya había defendido a Samper, lo que le costó la Presidencia, pero lo más vergonzante es que fue un duro crítico de la parapolítica hasta cuando fueron por sus amigos. Allí si le parece la justicia ciega.
Los periodistas samperistas se indignan como nos indignamos todos de la Yidispolí-tica, pero olvidan el proceso 8.000 y la forma tan reprochable cómo exoneraron a Samper con todas las pruebas en contra.
Son tres ejemplos vivos de cómo utilizamos la moral para reprochar algunas cosas y ocultar otras. Se nos olvida la ética, el criterio, la verdad. Y así encontramos a nuestros llamados líderes en permanentes incongruencias que poco o nada aportan a la institucionalidad de un Estado ni a la coherencia política.
Y, mientras esto sucede los canales privados inundándonos de basuras, como esa novela Umaña, un vulgar retrato que nos hacen, ese cliché permanente de ridiculizarnos, igual que lo hicieron con otra basura llamada “Chepe Fortuna”.
Ni que pensar sobre “Yo me llamo”, o “Desafío” que poco aportan al desarrollo intelectual. “Técnicas de manipulación mediática”, anotó alguna vez el intelectual norteamericano Noam Chomsky. En tiempos remotos el emperador romano Trajano, pedía pan y circo para el pueblo romano mientras ellos hacían de las suyas.
Ñapa 1: ¿Hasta cuándo debemos esperar los colombianos para que se coloque en cintura a las nefastas EPS?, ¿Hasta cuándo aguantaremos la lesiva Ley 100 que reformó la salud? La triste realidad es que tratan a los pacientes como lucro y no como enfermos.
Ñapa 2: Sensata la decisión del Fiscal General Montealegre de relevar de su cargo al Fiscal del caso Colmenares. Fue excesivamente mediático sin aportar prueba alguna. Actuó de manera poco imparcial quizás llevado por el regionalismo.