Nelson Pinedo fue “Nuestro hombre en La Habana”

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



Hay una novela del autor Graham Greene en la cual el escritor británico ridiculiza el oficio de muchos émulos del Agente 007, involucrados en casos de espionaje internacional. Greene expone ante los lectores a un modesto ciudadano residente en  Cuba. Para mejorar su economía hogareña, el personaje acepta convertirse en espía al servicio del gobierno inglés. A falta de capacidad para ejercer el oficio y, sobre todo, por la ausencia de hechos que ameriten su accionar, el mediocre investigador decide inventar todo lo que periódicamente debe reportar a sus jefes. Los supuestos hechos ocurren en la isla caribeña y la novela, escrita en 1958, se titula ‘Nuestro hombre en La Habana’.

     A partir del preámbulo anterior, nuestros lectores podrían suponer que vamos a brindarles más datos sobre la novela que hemos mencionado. Pero no. Solo tratamos de despertar en ellos una inquietud literaria, porque los libros hay que leerlos. Y aquí es donde este artículo cambia de rumbo para seguir los pasos del cantante colombiano Nelson Pinedo.  

     Forjó su fama de cantante dentro de La Sonora Matancera, podríamos llamarlo, como lo hizo Graham Greene con el héroe de su obra, ‘Nuestro hombre en La Habana’, aunque más auténtico nos suena ‘El Almirante del ritmo’ y, aún más cercano a nuestro sentir costeño, ‘El Pollo barranquillero’. Su nombre completo era Napoleón Nelson Pinedo Fedullo. Muy conocido es su origen: barrio Rebolo de Barranquilla, sector deprimido desde siempre, donde para sobresalir hay que enfrentarse no solo a la pobreza sino al estigma que la sociedad ha depositado en ese sitio. Nelson superó la condición de ser hijo de un modesto zapatero.

     En 1952 el cantante costeño cantó con la orquesta de Pacho Galán. Después de viajar con una agrupación española y desempeñarse como cantante catalán, recaló en Cuba y en 1954 ganó un premio en La Habana como el mejor artista extranjero. Pasó por las agrupaciones musicales de Antonio María Peñaloza y Américo y sus Caribes. A La Sonora Matancera llegó en 1953.

     La afirmación de que Nelson Pinedo es el único colombiano que ha cantado con La Sonora Matancera no es cierta. En 1968 la cartagenera Gladys Julio grabó dos canciones con ese conjunto: los porros ‘Dolor que mata’ y ‘Playa blanca’. Nelson Pinedo había cantado antes con la orquesta de Pedro Salcedo. Otra aseveración de la cual se duda es el momento de ingreso de nuestro cantante a La Sonora Matancera; sin embargo, las palabras textuales del  barranquillero aclaran esta discusión: “[…] a los tres días llamaron urgentemente a Tito Garrote, mi representante, para hacer una suplencia a Daniel Santos, que se había ido a México sin avisar nada. Ese fue el golpe maestro en mi carrera”. En La Sonora alternó con Leo Marini, Celio González, Carmen Delia Dipiní, Celia Cruz y otros conocidos cantantes.

     ‘El ermitaño’, compuesta por Rafael Escalona, fue la primera canción grabada por Pinedo con La Sonora Matancera. Después vendría una serie de éxitos como ‘Me voy pa’ La Habana’, de José María Peñaranda. Cabe recordar que esta canción originalmente se titulaba ‘Me voy pa’ Cataca’. Nelson Pinedo cantó con Cortijo y su Combo, la orquesta de Chucho Sanoja, Tito Rodríguez y otras agrupaciones famosas. Entre las canciones más conocidas interpretadas por Nelson Pinedo están: ‘El muñeco de la ciudad’, ‘Estás delirando’, ‘Fuiste mala’, ‘Amor fenecido’, ‘Señora bonita’, ‘El vaquero’, ‘El pregón del enyucao’, ‘Entre palmeras’, ‘Micaela’, ‘Momposina’.

     En el 2011 Juan Carlos Coronel ofreció un merecido homenaje a Nelson Pinedo en el teatro Amira De la Rosa, en Barranquilla. Ya el cantante acusaba quebrantos de salud, pero el público le respondió bailando sus tradicionales “canciones de la vieja guardia”. Los últimos años de Nelson Pinedo lo sorprendieron en situación económica difícil. Falleció en Valencia, Venezuela, el 27 de octubre de 2016. Tenemos que reconocer la importancia de este intérprete que no se limitó a cantar ritmos ya consolidados en el repertorio de La Sonora Matancera, sino que dio a conocer, con esa agrupación, un ramillete de canciones colombianas. Consideramos, y nos quedamos cortos, que por varios años Nelson Pinedo fue nuestro hombre en La Habana.