Fotógrafo Leo Matiz, de Macondo para el mundo

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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



Un artista de la fotografía, de Colombia para el mundo, fue Leonet Matiz Espinoza, conocido como Leo Matiz. En 2013 se rindió tributo de admiración a este maestro del arte, en la XXIV Exposición Estándar de Flores, evento auspiciado por la Corporación Club de jardinería de Santa Marta.

Aunque es muy conocido en el interior del país, para nosotros los costeños es apenas un nombre que nos dice algo en forma remota, porque no hemos asimilado la importancia que adquirió nuestro paisano a lo largo de su prolífica vida artística. Es tiempo de que recordemos quién fue este genio de la fotografía, y de que apreciemos al menos parte de su obra en esta efemérides de su nacimiento; mañana habría cumplido 106 años de nacido.

Leo Matiz nació el 1 de abril de 1917 en Aracataca. En 1933 publicó en la revista ‘Civilización’, en Barranquilla, sus primeras caricaturas. Realizó su primera exposición en la confitería ‘Excelsior’ de Santa Marta y en 1937 expuso dibujos en el cine ‘Variedades’ de la misma ciudad. Ese mismo año se vinculó al periódico El Tiempo como caricaturista. En 1939 laboró en El Espectador; allí fue corresponsal gráfico. En 1940 viajó a Panamá para realizar varias exposiciones de sus caricaturas en Centroamérica; continuó a pie hacia México. Expuso en la sede diplomática en Costa Rica. En 1941 llegó a México. Se vinculó a los estudios cinematográficos ‘Churubusco’, donde trabajó al lado del famoso fotógrafo Gabriel Figueroa, conocido por sus incontables películas de Cantinflas. En 1943 abrió la ‘Exposición de tipos y costumbres de México’.

El año 1944 lo sorprendió en Estados Unidos, donde expuso acuarelas y otras pinturas en el Advertising Club of New York. En 1945 la prensa mexicana le concedió el premio como ‘Mejor reportero gráfico’ de ese año “por el contenido social de sus imágenes y su innovador estilo fotográfico”. Aprovechó su permanencia en ese país para trabajar con el famoso pintor David Alfaro Siqueiros en el mural ‘Cuauthémoc contra el mito’. Realizó reportajes para las revistas ‘Norte’ y ‘Life’ como enviado especial a Sudamérica.

La vida de Leo Matiz estuvo rodeada por la bohemia de su época, sobre todo cuando se inició como caricaturista y pintor en Bogotá; pero Matiz comprendió a tiempo que su futuro estaba ligado a la fotografía y a ella dedicó su extraordinario talento.

En 1948 Matiz tuvo el encargo de cubrir la IX Conferencia Panamericana en Bogotá como reportero de la agencia de prensa Pix Corporation. Fue herido durante el ‘Bogotazo’, revuelta histórica producida por el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán. El 2 de agosto de ese año fue enviado por las Naciones Unidas a cubrir, como observador y fotógrafo, los acuerdos de paz del conflicto árabe-israelí. Un año después, las Naciones Unidas realizaron una exposición en Lake Success, Nueva York, sobre las imágenes captadas por Leo Matiz en Oriente Medio. En esa ocasión fue reconocido como uno de los diez mejores fotógrafos del mundo.

Por cuenta de la revista ‘Selecciones del Reader’s Digest’, el fotógrafo de Aracataca estuvo en Brasil. También trabajó en Venezuela, en la sección gráfica de ‘Asi es Caracas’. En 1984 inauguró en Bogotá la Galería de Arte y Fotografía Leo Matiz, con la exposición titulada ‘Luz, líneas y sombras’. En 1992 la Galería El Diafragma, de Milán, Italia, realizó una retrospectiva de su obra fotográfica. En 1995 fue nombrado por el gobierno francés ‘Chevalier des Arts et des Lettres’ en grado de Comendador. 

Entre las numerosas fotografías del álbum ‘Macondo visto por Leo Matiz’ se destacan: ‘Vendedora de plátanos’, ‘Campesinos’, ‘Cabellera’, ‘El hombre del reloj’, ‘Niño de la canoa’, ‘Sancocho trifásico’, ‘Gaitero’, ‘Cargando quesos’. ‘Cantante vallenato’, ‘Bebiendo agua del charco’’, ‘Niños en burro’ y ‘Las viudas de Montiel’. Su fotografía más famosa se titula ‘La red o pavo de mar’. 

Leo Matiz supo definirse con una frase original: “Soy pintor por activismo, fotógrafo por hambre y loco por talento”. Murió en Bogotá el 24 de octubre de 1998.