Veinticinco años sin Borges

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



El tiempo sigue su curso, y en ese permanente fluir arrasa a su paso absolutamente todo. Sin embargo, permite que se cuelen los recuerdos.

Y entre esos residuos encontramos la figura cimera de Jorge Luis Borges, el escritor argentino y universal que nos hace falta desde hace veinticinco años.

Siempre me ha llamado la atención un corto cuento de Borges. Es una joya literaria que en pocas líneas cuenta una anécdota. La transcribo completa: "En Junín o Tapalqué refieren la historia.

Un chico desapareció después de un malón; se dijo que lo habían robado los indios. Sus padres lo buscaron inútilmente; al cabo de los años, un soldado que venía de tierra adentro les habló de un indio de ojos celestes que bien podía ser su hijo.

Dieron por fin con él (la crónica ha perdido las circunstancias y no quiero inventar lo que no sé) y creyeron reconocerlo.

El hombre, trabajado por el desierto y por la vida bárbara, ya no sabía oír las palabras de la lengua natal, pero se dejó conducir, indiferente y dócil, hasta la casa. Allí se detuvo, tal vez porque los otros se detuvieron. Miró la puerta, como sin entenderla.

De pronto bajó la cabeza, gritó, atravesó corriendo el zaguán y los dos largos patios y se metió en la cocina.

Sin vacilar, hundió el brazo en la ennegrecida campana y sacó el cuchillito de mango de asta que había escondido allí, cuando chico.

Los ojos le brillaron de alegría y los padres lloraron porque habían encontrado al niño. Acaso a este recuerdo siguieron otros, pero el indio no podía vivir entre paredes y un día fue a buscar su destino.

Yo querría saber qué sintió en aquel instante de vértigo en el que el pasado y el presente se confundieron; yo querría saber si el hijo perdido renació y murió en aquel éxtasis o si alcanzó a reconocer, siquiera como una criatura o un perro, a los padres y la casa."

Borges, que nació el 24 de agosto de 1899 en Buenos Aires, era hijo de un abogado y profesor de psicología en una escuela normal; el niño Georgie, como lo llamaban en su casa, aprendió el idioma inglés antes que el español, razón por la cual leyó el Quijote por primera vez en una traducción. Estudió en Ginebra y vivió en España; todo antes de cumplir los veinte años.

En 1914 Borges aprendió francés y latín en Suiza y se familiarizó con las obras de Víctor Hugo, Zola, Voltaire, Flaubert, Maupassant y los poetas simbolistas; también descubrió a Carlyle y a Chesterton, que ejercerían en él gran influencia.

Durante esos años aprendió alemán por su cuenta y en esa forma comprendió a los poetas expresionistas. Por esa época conoció las obras de filósofos alemanes, especialmente de Schopenhauer y de Nietzsche, quienes marcaron en forma decisiva su pensamiento.

La primera época de Borges está signada por la poesía, género en el que se destacan temas históricos de su país, recogidos en los volúmenes 'Fervor de Buenos Aires' (1923), 'Luna de enfrente' (1925) y 'Cuaderno de San Martín' (1929). Poco a poco el escritor fue abandonando la poesía para dedicarse al ensayo y posteriormente al cuento.

Admirable es su poema 'Ajedrez'. En 'Inquisiciones' (1925) el autor reunió algunos de sus ensayos filosóficos y literarios. Una colección de cuentos basados en criminales reales es la titulada 'Historia universal de la infamia' (1935).

En 1938 Borges sufrió un accidente grave que le afectó la visión a causa de una herida en la cabeza. Con el tiempo padecería ceguera total. No obstante, desde 1938 hasta 1946 trabajó en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires y se convirtió en director de la misma desde 1955 hasta 1973.

A partir de 1955 fue profesor de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires. En 1961 Borges recibió el Premio Formentor, otorgado por el Congreso Internacional de Escritores. Este es, prácticamente, el comienzo de su reputación internacional.

También recibió el Premio Alfonso Reyes, en México (1973). Obra muy importante de Borges es 'El Aleph', publicada en 1949. Con su vasta producción de cuentos Jorge Luis Borges creó un mundo fantástico, metafísico y totalmente subjetivo.