El problema del mototaxismo

Columnas de Opinión
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Está demostrado hasta la saciedad, que los llamados gobernantes han creado problemas sociales terriblemente intrincados, pero no han sido capaces de resolverlos.

 

Como muestra de la ineptitud de éstos, tenemos el caso del mototaxismo que han atestado las calles de esta bella ciudad de Santa Marta, creando problemas de grandes magnitudes para esta sociedad, entre ellos, la vida de nosotros peligra considerablemente pues la mayoría de los mototaxistas desconocen absolutamente las normas de movilidad; y si uno va conduciendo el automóvil, o va en taxi, o en el colectivo, corremos el riesgo que una "moto" nos arrolle o herir a uno de estos jóvenes imprudentes; y como ya dice la gente por cuestiones de la "moto": "salimos vivo de casa pero con la incertidumbre de regresar sanos y salvos"; otro amigo que trabaja en su carro dice al regresar a casa: "De vaina estoy vivo…".

 

¿Quiénes dieron origen a esta cuestión tan disparatada? Nada menos que los señores gobernantes. ¿Por qué? Todo gobernante tiene el deber de respetar uno de los derechos más cardinales que tiene cualquier ciudadano, sin distingo de color, de estrato, etc., como es el de trabajar.

Un ciudadano sin trabajo está tentado a cometer los delitos más atroces; y un gobernante serio, entendiendo por serio que no juegue con la vida y honra de los gobernados, está hasta el "tuétano de los huesos" comprometido con el bienestar integral de cada uno de los miembros de la sociedad; pero cuando el gobernante viola este trascendente y trascendental derecho humano, obliga a los desempleados a buscar una "moto", por ejemplo, y laborar de esta manera para poder conseguir, como es lógico, el medio de resolver sus necesidades primordiales como son techo, pan y abrigo.

Es increíble que los gobernantes sean así de irresponsables, y lo peor del caso es que a ellos no les dura su cargo toda la vida, y luego lo dejan después de haber llenado de dolor a la sociedad.

No quieren darse cuenta los gobernantes que sus víctimas son por lo general, el mismo pueblo que los colocó en ese cargo. Cuando vemos a esta pobre gente trabajando caemos en cuenta que caminar o conducir carro por las calles de esta ciudad, podemos en cualquier momento perder nuestro cuerpo físico por un absurdo accidente, se llena uno de horror al ver tanta infamia de los gobernantes.

Así es como abonan el terreno y lo preparan para que en él germine la flor nauseabunda del descontento, de la violencia, del odio, de la creación de grupos ilegalmente armados y de delincuencia organizada, etc.

Sin duda alguna, los gobernantes crearon el gigantesco mototaxismo, que ahora quieren extirpar así porque sí, sin tener en cuenta los cientos de padres de familias desempleados; tomando ese callejón sin salida nada van a resolver pero sí complicarlo todo, pues mientras no se solucione la violación del derecho al trabajo, los problemas vitales de la existencia van a continuar como siempre y la sociedad se halla más cerca de un estado anárquico total, debido a la carencia de inteligencia de los gobernantes; esta situación es un juego de muy mal gusto.

Gobernantes inconscientes, que después de crear colosal problema social condenan su propio invento, llevando a cabo la actitud del avestruz, que esconde su pequeña cabeza, dejando al descubierto su monumental cuerpo.

Lo cómico y lo trágico siempre andan juntos y lo cómico en este caso, son las promesas que estos gobernantes hacen al pueblo en época electoral, y luego dicen a la ciudadanía que van a quitar a este medio de transporte para mostrar una ciudad pulcra, decente, y toda clase de frases inventadas por todos esos seres crueles. Actúan como los fariseos del Evangelio Crístico: "putrefactos por dentro y por fuera limpios y bonitos".

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