En los primeros 100 días de gobierno del actual Alcalde de Santa Marta se destaca sin duda el millonario contrato que hizo con una tal empresa digital denominada "Wuepa S.A.S." y la cual fue creada el 13 de enero de este mismo año, es decir, tres meses antes de la firma del contrato que se hizo bajo la modalidad de contratación directa con el objeto de prestación de servicios profesionales y de apoyo a la gestión.
Eso quiere decir, que los casi $900 millones del contrato, fueron entregados a dedo.
El contrato de "Wuepa S.A.S." permite establecer que la empresa a quien se le asignó, recibiría $3.431.412 por cada día de “trabajo digital”, casi 3 millones y medio diario.
Además de que el contrato le fue asignado a "Wuepa S.A.S." porque la Alcaldía de Santa Marta consideró que dicha empresa era la "única" con capacidad de ejecutarlo, demostrando "idoneidad, experiencia y capacidad técnica para desarrollar el objeto". Lo que quiere decir que en la ciudad no hay nadie más que pueda hacer ese "trabajo digital".
Sin embargo, y según el registro de Cámara de Comercio, esa empresa no tenía si no tres meses de vida comercial, pues aparece en el registro de la Cámara de Comercio con fecha del 13 de enero: ¿qué experiencia podría tener entonces en tres meses? para ser escogida como la única idónea, cuando en la ciudad hay centenares de personas capaces de cumplir la misma misión de community mánager o encargado de actualizar la web, tuitear y subir vídeo a youtube.
Pareciera que, al actual Alcalde, le importa más "cuidar" la imagen de su administración por las redes sociales, algo que aprendió o heredó de la antecesora administración, que cualquier otra necesidad de los samarios como por ejemplo, la falta de agua, pues con esa millonada para los operarios de su perfil en las redes, podría haberse llevado al menos cien carros tanque hasta los barrios en donde el agua brilla por su ausencia.
Pero no, pensó primero en la imagen de su administración por las redes que en el agua y las otras necesidades más urgentes que tiene la ciudad.
No sabemos aún qué clase de gobernante es el que tenemos en la silla principal de la Alcaldía, porque apenas está iniciando su administración, sin embargo, por este rimbombante contrato y por los antecedentes de la predecesora administración y por la cual él salió elegido, podríamos advertir que no será al menos como trataron de venderlo a través de las tan cuantiosas redes sociales y por la que tanto se ha empeñado a invertir muchísimo dinero.
No obstante y como dice el refrán: "no hay peor estilla que la del mismo palo", al Alcalde se le descubrió que es de la misma madera con que estaban hechos los supuestos gobernantes del pasado y sobre cuyas deplorables imágenes fundamentaron y erigieron las suyas como las redentoras de un cambio en el manejo de la administración pública y un mejor porvenir.
Ya, al menos, se le alcanzaron a ver las mismas espuelas...
