En un recorrido por varios sectores de la ciudad, se conoció en qué condiciones los habitantes tienen que sobrellevar la escasez del preciado líquido en sus hogares y el costo que tienen que pagar ante un servicio que no usan.
Por Anayanci Vidal
Fotos Edgar Fuentes
Redacción EL INFORMADOR
A pesar de las acciones populares y marchas de los samarios por la mala calidad del servicio que ofrecía la empresa que en ese entonces era Metroagua, actos que motivaron la salida de esta, dieron inicio a las expectativas y esperanzas de los ciudadanos para ver la mejoría en la prestación del servicio.
Sin embargo, con la llegada del nuevo operador transitorio Veolia, las percepciones están sesgadas en vista que algunos residentes aseguran que los servicios han mejorado, mientras otros insisten que la crisis del agua sigue igual o peor que antes.
Maria Eugenia Villa, residente del barrio Chimila 2, aseguró que hace meses no les llega el agua a las tuberías de su hogar el cual hace que el servicio de acueducto sea deficiente. “Ya ni recuerdo cuando fue la última vez que lavé un plato en el lavaplatos de mi casa”. También agregó que “el agua llega en horas de la noche y muy poquito”, dijo Villa.
Por otra parte, otro residente por el sector de Pescaíto, aseguró que los servicios han mejorado mucho debido al cambio en las tuberías de agua y alcantarillado. “Antes las calles vivían llenas de aguas negras y cuando llovía era seguro que estas aguas se metían en nuestras casas para dañar todo a su paso, ahora no”, expresó.
Elsa Vásquez, moradora en el barrio Chimila, dijo que ya ni las motobombas son útiles para arreglar la falta de agua y que las albercas subterráneas que algunas casas tienen ya están completamente secas, al mismo tiempo aseguró que los servicios de acueducto y alcantarillado no han mejorado en nada y que los recibos ahora llegan más caros.
“El agua llega solo una vez a la semana y a veces es salobre. Tenemos que desvelarnos para saber en qué momento llega. Antes llegaba cada dos días y era buena. El alcantarillado es pésimo, cuando llueve esto parece un río, no puede uno salir. Nosotros esperábamos buena agua y no tener el problema del agua de alcantarilla cuando llueve, pero estamos en lo mismo y los servicios llegan más caros”, expresó Vásquez.
Las cifras
Durante este mes la planta presenta un déficit de abastecimiento de 1.213 litros por segundo (L/S) de agua en razón a que solo se reciben 1.240 L/S de un total de 2.453.
El mandatario de los samarios, Rafael Martínez, reveló que adicionalmente de los 470 L/S de agua que se procesan en la planta de Mamatoco, se cuenta con 370 de la Planta El Roble, y 400 más que se obtienen de 48 pozos.
Funcionan 44 pozos
Justamente en estos momentos la ciudad empieza a sufrir los primeros estragos de una sequía que promete ser prolongada y que ya deja ver sus efectos en diferentes barrios de la ciudad, especialmente aquellos donde tradicionalmente no llega agua o si llegaba las presiones eran muy bajas por lo que se ha tenido que recurrir nuevamente a los pozos.
Desde la Administración se informó que en la actualidad se encuentran prendidos y funcionando 44 pozos, para mitigar la falta del preciado líquido en la ciudad. De la misma manera se informó que otros 4 pozos están en mantenimiento.
Como parte de las acciones del Plan de Contingencia de la temporada de sequía la administración encendió 11 pozos que estaban en espera para entrar en funcionamiento.
Los pozos
Algunos de estos son: Bastidas, Graagoa, Sena, Naranjos, Eduardo Santos, El Mayor y la Bolivariana.
Los barrios
Uno de los ediles de la Localidad 1, Fernando Mercado mencionó que más de 160 barrios conforman la localidad y que de este grupo de sectores por lo menos el 60% padece de la ausencia de agua. Aclaró que en algunos sectores aún no existe la cultura del pago de los recibos, “por eso uno ve que la comunidad se queja de que en algunos lugares sí llega el agua y en otros no. Por eso es que Veolia sectoriza el servicio, porque le dan prioridad a los que sí pagan el recibo y están al día.”
