Cada vez son más los comerciantes informales, sean estacionarios o ambulantes, que se observan en la plaza de la Catedral, que ya parece más bien una plaza de mercado. El espacio público que rodea al templo más visitado de la ciudad, debido a su antigüedad e historia, se ha convertido en uno de los sitios preferidos de los vendedores.
EL INFORMADOR ha hecho en reiteradas oportunidades la denuncia sobre el estado del lugar, que está considerado como Monumento Nacional.
El costo máximo de los libros ofrecidos será de 30 mil pesos, lo que es una gran oportunidad para que todos los amantes de la lectura adquieran los suyos.