Nueva Colombia, el barrio que vive entre el lodo y los charcos

Las calles del barrio permanecen encharcadas y llenas de lodo.

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El panorama que se observa en las calles del barrio Nueva Colombia es desolador por los charcos permanentes que denotan una mezcla entre aguas negras y pluviales. Habitantes del sector deben convivir en medio de las calles empantanadas –incluso cuando no es época de lluvia-, por las aguas que bajan del Once de Noviembre y por los constantes rebosamientos de aguas servidas.

La única cancha de fútbol del sector permanece empantanada y en mal estado.
La única cancha de fútbol del sector permanece empantanada y en mal estado.

Según la comunidad, la problemática lleva más de 20 años en el barrio y no les han brindado ninguna ayuda. Cuentan que cada vez que llueve, la movilidad de las personas se torna complicada a causa de las inundaciones. Asimismo, en el sector hay un represamiento permanente de agua que afecta a sus moradores, especialmente sobre las calles 32 y 33 con carreras 68 y 69 respectivamente.

Los habitantes de Nueva Colombia han dado a conocer su preocupación por el mal estado en que se encuentran las calles del barrio, que además de permanecer llenas de agua y lodo, presentan desniveles que afectan a los transeúntes. “Nadie nos ha brindado solución, siempre que llueve pasa un arroyo por las calles, que proviene de los cerros y del Once de Noviembre. Cuando no hay lluvia, el problema es el represamiento permanente de aguas residuales. Las calles de Nueva Colombia siempre están empantanadas”, puntualizó Fabio Mateus, líder del sector.

Domingo Padilla, presidente de la Junta de Acción Comunal, expresó que el problema les ha afectado por mucho tiempo y que necesitan una solución. “En el barrio hay un problema que lleva décadas y son las aguas vertientes del barrio vecino; aguas pluviales y también servidas, las cuales nos invaden, generando enfermedades en la población infantil y en adultos mayores”, manifestó.

El mal manejo de dos residuos también se convierte en un factor negativo para las familias del barrio cuando llueve, puesto que algunas personas arrojan basuras y desperdicios sólidos a la calle, lo que ocasiona la obstrucción del canal de desagüe pluvial y causa el represamiento de agua escorrentía, que en diferentes ocasiones inunda a las viviendas al no tener por donde circular.
El parque del barrio se encuentra abandonado y las atracciones están totalmente destruidas.
El parque del barrio se encuentra abandonado y las atracciones están totalmente destruidas.


Áreas de recreación en el olvido

Los espacios deportivos y de recreación del barrio se hallan en abandono. La única cancha de fútbol del sector permanece empantanada y en mal estado, lo que impide la buena práctica del balompié. De igual forma, el parque del barrio se encuentra descuidado y las atracciones están totalmente destruidas, afectando la recreación de los niños de la zona.

Las actividades deportivas que se realizaban anteriormente dejaron de hacerse, debido a que los espacios no se están en condiciones dignas para la ejecución de encuentros futbolísticos y recreativos. La comunidad expresa que, “si los niños no tienen espacios para correr y jugar, podrían caer en otras prácticas y pensar en otras actividades que no son de provecho para la sociedad”.

Ever Sánchez, residente del sector, cuenta que, “la zona de la cancha permanece encharcada y llena de lodo por las aguas que bajan del Once de Noviembre. Los niños no tienen donde recrearse, la situación es preocupante. Pedimos que nos colaboren con zonas deportivas en buenas condiciones para los jóvenes. Hay muchos niños del barrio a quienes les gusta jugar fútbol y son talentosos, pero no tienen donde entrenar”.

Jesús Colorado, morador del barrio, cuenta que: “Los charcos que se acumulan en la cancha generan proliferación de mosquitos e insectos que están afectando a la comunidad. Los espacios para el deporte están olvidados. La calle canal no es suficiente y se convierte en un río con la lluvia. Se necesita ayuda”, concluyó.

El Presidente de la JAC observa tristemente cómo el deporte en su sector decae por la falta de espacios recreativos adecuados para los niños. “Nuestro campo está abandonado, la cancha permanece empantanada, hay muchos jóvenes que no tienen donde distraerse. Sin embargo, se está trabajando para mejorar las condiciones en las que está el barrio, pero se necesita apoyo de todos”, agregó Domingo Padilla.

En el barrio se presenta una división entre algunos moradores, puesto que discrepan de las acciones que realizan los líderes comunales del lugar, lo que también ha sido un obstáculo para el avance y el desarrollo del sector.

La comunidad del olvidado barrio del nororiente de la ciudad hace un llamado a la Administración para la adecuación de escenarios y así los niños tengan espacios dignos para la diversión y la práctica de disciplinas deportivas. De igual forma, piden el mejoramiento de las calles que se encuentran en detrimento.
Por: César Barrera
Redactor de EL INFORMADOR
Ever Sánchez.
Domingo Padilla, presidente de la JAC de Nueva Colombia.
Jesús Colorado.
Fabio Mateus.
Las calles 32 y 33 con carreras 68 y 69 respectivamente, son las que más sufren por represamiento de agua.
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