José Alejandro Vanegas Mejía es uno de los samarios que manifiesta estar cansado de padecer las irregularidades que se cometen en la ciudad. Antes, frente a cualquier medida o determinación tomada por alguna de las entidades del Distrito, ha acudido personalmente o por carta a la oficina correspondiente y ha formulado quejas o inquietudes. Hoy, asegura que no se sabe a dónde ir para denunciar lo que parezca inconveniente; porque todo se le deja a la informática, con el inconveniente de que el antiguo ‘cara a cara’ con el funcionario de turno ha desaparecido y el afectado resulta hablando con un ser virtual, si es que antes no “se ha caído el sistema”.
La denuncia de José Alejandro Vanegas Mejía es sobre uno de los casos que actualmente afecta la movilidad en Santa Marta.
Según Vanegas, la oficina que rige el tránsito en la ciudad, o la oficina de obras públicas, o ambas, han decidido alargar los separadores viales en algunas avenidas. De esa manera, por ejemplo, un vehículo que se encuentre frente al Liceo Celedón y necesite entrar al barrio Miraflores, a Los Manguitos, a Veracruz u otro sector vecino a estos sitios, debe llegar hasta la carrera 16, virar a la izquierda y entendérselas con el semáforo de la calle 11, que solo permite algunos cruces. Si transporta a un enfermo, es posible que este fallezca durante el recorrido. Hay muchos ejemplos más; pero debido al espacio reducido de esta sección limitaremos los ejemplos. Ahora se encuentra en plena reconstrucción el separador de la Avenida del Ferrocarril. ¡Está a punto de cometerse una imbecilidad! Al alargarlo, como lo están haciendo, impiden que los vehículos que transitan por la calle 20 de oeste a este en busca de dicha avenida, puedan hacer esta lícita maniobra. Los conductores tendrán que dirigirse al sur, hasta la calle 22 o Santa Rita; pero como está prohibido hacer la U, se verán obligados a darle la vuelta a la manzana –la manzana más grande de Santa Marta– bordeando el ‘Rumbódromo’, cruzar hacia el norte y atravesar el barrio Territorial. Todo esto para situarse en la calle 18 con la Avenida del Ferrocarril. Si la intención era llegar a la Escuela la Milagrosa, tendrá que hacerlo otro día... y a
Sobre el mismo tema hay una pregunta que se hacen los peatones: ¿Por qué permanece despejada todo el día la Avenida 19, desde Los Almendros hasta la Avenida del Libertador? La respuesta tiene que ver con los separadores alargados y con semáforos calibrados caprichosamente. Todo el tránsito vehicular de esos sectores se ha desplazado a la carrera 18 en busca de la Avenida del Libertador con la esquina del Seminario. De esta forma han convertido la carrera 18 con calle 11A en el cruce más transitado de Santa Marta, con alta cuota de accidentes. Todos estos problemas, que a simple vista observan y padecen los peatones y conductores de la ciudad, son invisibles para los señores encargados del tránsito. No se debe continuar con la norma de “cerremos aquí porque sí”. Hay que preguntarse a qué contribuye, a quiénes perjudica y en qué medida afecta a los ciudadanos que, en últimas, conforman la comunidad y merecen respeto.
