La Santa Marta que ve ‘Jota’ Vives

Fotos Edgar Fuentes

Política
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El dirigente samario quien aspira a poner a consideración su nombre para la Alcaldía  expresa los puntos críticos que tienen que ser prioridad para mejorar en Santa Marta, donde la lucha de clases y la polarización queden a un lado.

Por Mario Ibarra Monroy
REdacción EL INFORMADOR

Con la erudición que lo caracteriza y las ganas que mantiene por seguir sirviendo a su ciudad, Joaquín José Vives Pérez se perfila como una opción de alto calibre dentro de la baraja de aspirantes para la Alcaldía de Santa Marta.

Si bien aún se encuentra en fase preparatoria, entre reuniones para futuras alianzas y en busca de la consolidación de su proyecto de gobierno que presentará a los samarios de llegar al debate, tiene por lo menos claro una perspectiva con la que muchos samarios coinciden a la hora de diagnosticar el presente del Distrito en varios de sus ámbitos.

Para este abogado quien ha dedicado 25 años al servicio de los público desde la ciudad, el departamento, como parlamentario y magistrado del Consejo Nacional Electoral,  los problemas estructurales y prioritarios de Santa Marta están abandonados y esto hace que la ciudad en términos reales “vaya para atrás”, aun cuando en algunos ángulos se vean más bonitas.

“A Santa Marta le están haciendo algunas cirugías plásticas, mientras se está muriendo de   cáncer”, afirma el dirigente quien se apartó del partido Liberal el año anterior, pero sin abandonar sus ideales.

En su concepto la gente en apariencia ve una ciudad vistosa, pero por dentro hay una ciudad que no mejora en la lucha contra la pobreza.

“Cuando vemos que la brecha de pobreza hace siete años era del tres por ciento y ahora es del seis, ¿qué está fallando?, ¿la política nacional o territorial?”, afirma Vives Pérez.

Agrega que ese panorama que afirma es producto de la mala administración ha convertido a Santa Marta en una ciudad tremendamente desordenada y como señala literalmente: “Sumida en una polarización promovida por quienes ejercen el poder”.

Es hora de cerrar este ciclo y de rescatar las prioridades de la ciudad

Si bien resalta algunas acciones emprendidas en las recientes administraciones distritales, observa  una ciudad donde quienes la gobiernan terminaron sumidos en el más profundo clientelismo, y estima que es “propio de una política mucho peor que lo denominaron  como política tradicional”.

“Hay que rescatar la política; hay que abandonar el fomento del odio de clases y reemplazarlo por la armonía de las mismas, haciendo más y mejores cosas por la ciudad”.

Prioridades

Para vencer a ese “cáncer” que estima tiene el Distrito, quien aspira a ser alcalde tiene prioridades claras comenzando por el sistema de acueducto y alcantarillado, algo desentendido en los últimos años.

“En estos ocho años no se pudo hacer un proyecto viable para agua y alcantarillado”.

Salud

“El escenario no puede ser más dramático los puestos no tiene los elementos básicos para atender a los pacientes. Los pacientes tienen que llevar todos”

Esa imagen no es en nada comparable con la que hace una década había en la red pública de la salud distrital, donde los puestos funcionaban bien, gracias, según ‘Jota’ Vives, a una gestión parlamentaria.

“El problema de la salud no es la falta de dinero, sino la mala administración”, recalcó.

Concluye que en el tema de lo mal administrados no solo incluye al acueducto ni en la salud,  es transversal a toda la administración.

Obras siniestradas

Afirma que hay una treintena de obras  “siniestradas”, obras que se contrataron y que no son posibles que se ejecuten ni en el término establecido originalmente y tampoco por el precio establecido originalmente.

“Aquí hay una circunstancia sistemática de falta de planificación y supervisión en la correcta ejecución de los contratos”.

Para Joaquín Vives, las refacciones en los parques están  bien, lo mismo que en los escenarios deportivos,  pero considera que tampoco puede venderse a la gente la idea que antes no ocurrió nada”.

“El 90 por ciento de los parques que se reinauguraron existían, se deterioraron con el tiempo y se reconstruyeron y eso merece el aplauso”,  destaca.

“En la ciudad se vivía mejor antes, más seguro. Hubo una racha de ausencia de inversión y la aprovechó Caicedo y no para darle agua a la ciudad, se aprovechó para los parques, habiendo otras prioridades”, concluye.



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