Con movimientos magistrales bailas,
giras copando el espacio sin nubes,
atrapando con tu cuerpo las liras
y los cánticos de las bellas flores.
Con suaves caricias agitas al ser,
provocas ternura, cariño y fuerza,
destrozas al llanto que no quieres ver,
ciñendo en tu pecho a la tibia berza.
Besas con el alma y con el corazón,
arrullas al niño, al joven y al hombre,
igual das la vida con toda razón
contra el torpe dolor y el tétrico hambre.
Quién si no tú, sutil y bella mujer.
Quién si no tú, lindo y poderoso ser.
Quién si no tú, dulce y tierna mujer.
Quién si no tú, fiel y divina mujer!