Se conmemora la vida e historia de Gabriel García Márquez que habría cumplido hoy 96 años.
Por: Oswaldo Manjarrés Fuentes
Cumplir Bodas de Oro como escritor no es tarea fácil para los que están metidos en la actividad de la creatividad y la imaginación, mucho más cuando el inicio de esa carrera se comienza en plena juventud (a los 20 años en Gabriel García Márquez). Y si a esto le agregamos los actos de periodismo y la producción literaria reconocida a nivel universal, es totalmente digno llegar a esas efemérides.
Gabriel García Márquez acaba de cumplir 70 años de vida (cumplidos ayer), 50 de haber publicado su primer artículo periodístico, género que junto con el cine siempre le apasiona, a los cuales le ha dedicado profesionalismo; además, del periodismo podemos decir que fue articulista y corresponsal de revistas y diarios en Latinoamérica y Europa. Según los críticos sus primeros trabajos no marcaban un lenguaje del periodismo del momento, obviamente comenzaba el ejercicio. 
En cuanto al cine, degustaba varias películas el mismo día, pero no por eso se convirtió en guionista, porque el Nobel estudió cinematografía en Europa. Pero el éxito de sus obras se debe a Cien Años de Soledad, sean anteriores o posteriores a ésta la que contribuyó al rescate de El coronel no tiene quién le escriba, porque la obra conoció la difícil salida no sólo de la novela colombiana sino latinoamericana, en ese entonces no conoció la difusión masiva de que era digna.
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Su primer cuento titulado La Tercera Resignación, estuvo en años siguientes, en la pila de la crítica y su último libro Noticia de un Secuestro, argumentado con la información de otros periodistas, pero lograda con un lenguaje placentero y recreativo al lector, no lo baja de la cumbre de los mejores escritores del universo contemporáneo y de la lengua castellana.
Su posición política la plasmó en algunas de sus obras, pero poco a poco fue diluyéndose con el correr de los años, pero sigue siendo amigo personal de Fidel Castro (cosa que nunca le ha gustado a los gringos) y de muchos otros personajes de la política internacional y nacional, de derecha o de izquierda, pero esto directamente, no tiene que ver con la creatividad y la fantasía de la Literatura.
No es raro oír decir que este escritor cambia de un momento a otro de planes, sin que esto tenga que ver con su personalidad; de pronto comenta que está escribiendo un guion cinematográfico, cuando de repente anuncia:" estoy escribiendo algo así como la Biblia". Se refería a Cien Años de Soledad. Se dirigía a su gran amigo Álvaro Mutis, para mí el segundo mejor escritor colombiano. El humor y la ironía siempre están presentes en él, tanto en el hombre como en el escritor.
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Sus caprichos y secas respuestas a periodistas no disgustan (será porque se trata de García Márquez) sino que produce hilaridad. En el momento de publicar El Otoño del Patriarca manifestó que era su última novela, quizás capricho o expectativa. Se puede dar el caso que un periodista le pregunté: ¿Y usted qué opina de la violencia en Colombia?, y él responde con la misma pregunta: ¿Y usted qué opina? Es decir, que el correr de su vida, es algo así como la historia y la magia de Macondo con su realismo mágico a cuestas: sabiduría increíbles que ponen a volar mariposas amarillas, mientras al cielo se eleva la transparencia natural de Remedios la Bella. 
Por eso no cabe duda que, El coronel no tiene quién le escriba, es un texto con un ingrediente de compromiso político, la disyuntiva entre la soledad y la solidaridad, con un contenido denunciante y revelador. El despertar del pueblo está presente. La Mala Hora también presenta una hostilidad política con papeles en paredes callejeras, que revelan la realidad y la vergüenza de Macondo.
Entonces se acabó el sol y la noche de la tranquilidad. Con El Otoño del Patriarca busca una nueva estructura narrativa, en alguna forma llena de dramatismo, pero plena en el manejo del poder dictatorial.
Quién sabe si los gallinazos de esta obra, que se metieron por los balcones de la casa presidencial se comerán la mortecina de la clase dirigente colombiana y sembramos a Colombia de poesía con el esplendor natural de la caballera de Sierva María de Todos los Ángeles, la protagonista de El Amor y otros Demonios.
Sin olvidar los docentes, que a través de ‘‘El General en su Laberinto'', se puede enseñar Literatura e Historia con viacrucis del general en recorrido, antes de llegar a la paz de su sepulcro. Al parecer, La Tercera Resignación, primer cuento de Gabriel García Márquez fue su primera iluminación literaria, pero ojalá que Noticia de un Secuestro, su última obra, nunca se convierta en la noticia de su secuestro.
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NOTA: Este trabajo fue publicado el 7 de marzo de 1997 en la sección Culturales EL INFORMADOR, coordinada, en ese entonces, por Fares Suárez, Martiniano Acosta, Jorge Vergel y el autor de este texto.
Agradecimientos a Aramis Manjarrés Padilla, por su archivo.
