En el marco de la celebración del Mes del Corazón y el Día Mundial del Corazón, que se lleva a cabo el 29 de septiembre, la Fundación Colombiana del Corazón realiza una invitación, a través de diferentes actividades para adoptar estilos de vida donde el cuidado sea el bien más preciado.
La cultura se fundamenta en creencias, costumbres, saberes, interacciones y aprendizajes muchas veces invisibles, los cuales definen los hábitos y generan los estilos que hoy nos han llevado a un vertiginoso ascenso de la predisposición de las personas a enfermarse cada vez más temprano.
Las enfermedades del corazón continúan siendo el primer asesino del mundo. Promover estilos de vida hacia el cuidado puede ser la solución, pero debe fundamentarse en la cotidianeidad, en las vivencias y realidades de la gente, en sus creencias y valores, en sus saberes y costumbres.
Durante el mes de septiembre, la Fundación Colombiana del Corazón propone una amplia
movilización que pretende sensibilizar sobre la importancia de cuidar el corazón para cuidar la vida, entendiendo que, si la vida es lo que más amamos, debemos aprender a apreciarla, quererla, respetarla y cuidarla desde los primeros años de vida.
La pedagogía del ejemplo se configura como la manera de cambiar el perfil epidemiológico de la enfermedad de corazón como primera causa de muerte en Colombia y el mundo. Estimular en los niños hábitos que garanticen el cuidado de su vida y asegurar que los padres y profesores sean ejemplo con su estilo de vida, es uno de los pilares para preservar la salud.
Pequeños cambios propone la cultura del cuidado
Para el programa Corazones Responsables de la FCC, la cultura del cuidado se promueve bajo tres ejes: la cultura del movimiento frente al sedentarismo, la pedagogía de aprender a comer frente a dietas y restricciones y la cultura de espacios libres de humo frente a la persecución insensata de los enfermos del cigarrillo. Nuevas rutinas y pequeños cambios impulsados por las emociones para estar más tiempo en la vida de los seres queridos.
Movimiento: Moverse para incentivar la actividad física, no implica necesariamente hacer ejercicio o realizar alguna práctica deportiva. Salir al parque con los hijos, estar más tiempo de pie, usar menos el carro, pararse al contestar el teléfono y caminar pueden ser cambios para contrarrestar conductas sedentarias. Para los adultos, la recomendación son 30 minutos mínimos 5 veces a la semana, para los preadolescentes mínimo una hora diaria y para los niños en primera infancia entre 90 y 120 minutos diarios.
Aprender a comer: Alimentarse sanamente es aprender a comer en forma balanceada y equilibrada sin restricciones ni dietas, sino con una buena información sobre las bondades y beneficios de todos los alimentos con la manera de combinarlos, mezclarlos y disfrutarlos. La mejor forma de cuidarse es manteniendo un equilibrio entre las calorías que entran y las calorías que salen.
Espacios libres de humo: Fumar es la primera causa de enfermedad, discapacidad y muerte evitable en la población colombiana. El humo del cigarrillo ataca la salud del corazón. Aumenta el ritmo cardiaco y la presión arterial, origina enfermedades respiratorias y reduce la condición física. La idea es conquistar, no por ley sino por convicción, más espacios donde las personas (fumadores y no fumadores) puedan disfrutar de un aire limpio.
