El pueblo alemán ha demostrado una vez más, en las elecciones que acaban de pasar de que apoya y cree en su líder de hoy, la canciller Angela Merkel, quien entre otras cosas se ha constituido en uno de los personajes más poderosos e importantes de Europa y el mundo y la primera mujer reelegida por tercera vez en ese significativo cargo.
Pero su triunfo indudablemente fue arrollador, absolutamente aplastante, como quiera que tuviera a su favor el 42% de la votación, le faltaron cinco escaños para lograr la mayoría absoluta. Quedó con 311 puestos de los 630. No obstante esa gran victoria se obliga por no tener el 51 % a buscar o a integrar una coalición de gobierno.
Empero esa felicidad electoral, tiene un sabor agridulce, habida cuenta de que su partido aliado, el liberal ni siquiera obtuvo el 5% y quedaron por ende fuera del Parlamento. En el 2009 los liberales arrojaron un registro de votantes cercano al 15%. Su Director dimitió tan pronto como se conoció el resultado. Mientras tanto el partido antieuros, de extrema derecha por primera vez entra al Congreso.
Hacía veinte años no se observaba un éxito político de esta naturaleza, fueron 8 puntos porcentuales más que hace cuatro años. Hasta los judíos la acompañaron y le tocará a ella realizar en el 2015, los juegos Macabeos.
Por todos estos hechos políticos, acontecidos en materia electiva en el territorio Alemán, es que se abrió campo la Merkelemania. Se trata de una Carismática gobernante, clara y cortés, sencilla, inalterable, austera, de un pragmatismo ostensible, con una frialdad impresionante, derivada de su misma profesión, (graduada en Física) producto de una clase política de centro, que piensa en función de su pueblo y para su pueblo, esto es una demócrata integral.
No es grandilocuente, incluso en los debates televisivos no ha salido bien librada, por cuanto confundió renta neta y renta bruta. No ha cambiado de look, no conoce la coquetería, ni la vanidad. Sólo en una cena exhibió un escote profundo y lógicamente causó escándalo, pero sigue siendo la misma de siempre.
Su fortaleza es que ha respaldado las pequeñas y medianas empresas, casi todas son negocios familiares. El empleo es su objetivo primordial y en efecto lo redujo a su mínima expresión. Enfatiza y apoya la productividad empresarial. Ha controlado la inflación y ha sobrevivido la crisis europea del 2008. Así como auspició la energía nuclear, ahora dado su peligro manifiesto está aboliendo las centrales nucleares y aspira a extinguirlas en el 2014.
La han equiparado con la Dama de hierro Margaret Thatcher, puesto que la Primera Ministro Inglesa también era una científica y ambas han pertenecido a partidos de centro. Además las dos presidieron el G8 y el Consejo Europeo. Son las dos únicas mujeres que han ocupado los dos cargos.
Pero sobretodo tanto la una como la otra han actuado con mano dura, en dos situaciones. La inglesa frente a las carboneras y la alemana enfrentando la dificultad financiera con las naciones europeas a las cuales ayudó a rescatar, con medidas ciertamente drásticas.
Angela Merkel ha tenido en esta crisis social y económica europea (2008-2013) una política de disciplina y austeridad con los países deudores, ha sido severa e inflexible, esas decisiones han generado una germanofobia. Pregona y defiende un Ejército de carácter permanente y maneja una cordial y amistosa relación con Rusia.
Se opone al ingreso a la comunidad europea de los turcos, para no tener más influencia islámica en Europa. Impulsó el Tratado de Lisboa, que reemplazó la Constitución Europea y por ello le dieron el premio Carlo Magno al Europeísmo. Ha fortalecido la alianza trasatlántica con América del Norte.
Habiendo nacido en Hamburgo puerto germano de Alemania Occidental, sus estudios los realizó en Berlín de Europa del Este y cuando cayó el muro pasó jubilosamente a encontrarse con sus hermanos de raza occidentales. El pequeño apartamento donde ella vivió como estudiante se remodeló, pasó de caldera de carbón a calefacción y lo están explotando para los turistas, cobrando 55 euros la noche.
Siendo protestante, los católicos en masa votaron por ella y como dato curioso, siendo de las juventudes comunistas de la Alemania Oriental, hoy en la Alemania reunificada preside un gobierno de centro derecha.
Su protector político o padrino, para quien era su niña consentida, es Helmuth Kohl, la vinculó a su gobierno como Ministra para la Mujer y la Juventud y luego como Ministra de Medio Ambiente. Ha sido y es más popular que cualquiera de los tres más relevantes Cancilleres alemanes: Adenauer, Brandt y Kohl.
Hace contraste con las mujeres destacadas de América, Hillary Clinton, Cristina Kirchner y Dilma Rousseff, toda vez que a estas el derroche es su común denominador y la Merkel por el contrario es discreta y mesurada.
Su plan y deseo, una vez que culmine su mandato en el 2017 es recorrer América con su esposo, desde Alaska hasta Ushuaia en Argentina.