La paz es un imperativo inaplazable para los hombres de bien

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Noriega

José Noriega

Columna: Opinión

e-mail: jmartinnoriega@hotmail.com



"Un hombre no trata de verse en el agua que corre, sino en el agua tranquila, porque solamente lo que en sí es tranquilo puede dar tranquilidad a otros" "Confucio"

Los últimos acontecimientos acaecidos dentro de las conversaciones y negociaciones que se desarrollan en La Habana y cuyo propósito único y exclusivo, -al menos por parte del gobierno-, es encontrar la paz, han convulsionado un tanto el ambiente al punto que mientras allá se habla y dialoga, aquí en la patria llueven rayos y centellas por cuenta de tanto apátrida que siente placer sádico cada que surgen inconvenientes, habida cuenta que es a partir de allí cuando empiezan a derivar beneficios políticos electorales, sin que para ello tengan en cuenta ese tan cacareado país que dicen defender y al que sueñan volver a manosear e irrespetar agazapándose en su famosa, mendaz y trillada seguridad democrática que ha sido despedazada porque el teflón que la cubría ha ido cediendo poco a poco y ya empieza a verse el mugriento y ennegrecido fondo.

Desde cuando se dio la terminación al cese al fuego unilateral que la insurgencia había decretado como, -según ellos-, aporte para demostrar que sus intenciones, -esta vez-, si eran de confiar, se ha venido sucediendo una serie de manifestaciones bélicas y guerreristas en contra de la población civil y/o de la fuerza pública por cuanto para ellos es menester dar muestras de que mantienen intacto e incólume el poder de golpear y chocar para de ese modo hacerse notar en la mesa de negociaciones y no sentirse vapuleados en el entorno militar y, lo que produce mayor vergüenza y lástima, es que algunos medios de comunicación sirven como caja de resonancia a esas barbaridades y afrentas sociales y humanas, al tiempo que salen de inmediato las urracas parlanchinas de la tecnología que trinan y trinan como cualquier cotorra y muestran su egoísmo y mezquindad tratando de sacar beneficios de esa polvareda levantada.

Obviamente, no podemos desconocer que al interior del mismo gobierno y desde las mismas entrañas administrativas se escuchan voces disonantes en contra de los diálogos y de inmediato aparece uno que otro ministrico botafuego a insultar y a espetar que las fuerzas militares seguirán repeliendo con toda su artillería cualquier manifestación de agresión, en el entendido que, según ellos, ya están casi en sus exequias políticas y solamente falta el arponazo final para dejarlo fuera de base, lo cual no parece cierto, por ahora, pero esas ínfulas guerreristas son las que no permiten que se consolide una idea del presidente Santos de congraciarse e inmortalizarse con su pueblo y lograr la tan anhelada paz para un pueblo que lleva un poco más de cincuenta años en el fragor de una lucha fratricida e inútil pero que ha dejado excelentes dividendos y rentabilidad para algunos, esos mismos que siempre se opondrán al cese de hostilidades porque sería como matar la gallinita de los huevos de oro y se quedarían sin esos espurios beneficios.

No hay que olvidar que en cualquier conflicto bélico entre un gobierno legalmente establecido y la insurgencia se dan situaciones de agresión que deben tomarse como parte del mismo conflicto y no como la intención de una de las partes de dar por finalizado el diálogo, habida cuenta que cada uno de los actores parte del conflicto quieren y pretenden mostrar su fuerza, además de que ese factor distractor les permite un reacomodo geográfico y de ese modo poder afinar sus movimientos para organizar su táctica defensiva y reprogramar la estrategia ofensiva.

No es menos cierto manifestar que ya va siendo hora de que los insurrectos muestren cuáles son sus verdaderas intenciones, rápido y sin tantas dilaciones, para como decía el maestro José Ortega y Gasset, "ponerse brevemente de acuerdo" con el establecimiento, dejando a un lado las arandelas y perendengues que están acostumbrados a ponerles y de ese modo aprovechar esta honrosa oportunidad que le ofrece un gobierno que se muestra decidido a meterle toda la artillería política a dicha negociación, pero sobre la base de casas creíbles y lógicas y así puedan ellos reintegrarse a la vida civil y cambiar las balas por los votos y así, a voto limpio, derrotar a la contraparte y mirar si son capaces de aportar su granito de arena en la construcción de un nuevo país

Un punto de mayor repercusiones sociales es que el que se está incubando alrededor de los ventrílocuos del ex emperador... cito, quienes salen a toda hora a disparar sus trilladas palabras cargadas de ínfulas de poder que sencillamente sirven de leña para atizar más el fuego y por momentos parecieran hacer colapsar el intento de este gobierno por lograr la paz y es aquí en donde el pueblo y la verdadera sociedad civil debemos cerrar filas para seguir apoyando al gobierno porque somos conscientes de que la paz, como el instrumento de paz del que hablaba San Francisco de Asís, es obligación de todos y en ese empeño debemos inmiscuirnos hasta los tuétanos y no dejarnos provocar por esas áulicas cotorras que repiten y repiten lo que les dice su patrón, sin que les importe un bledo, porque sencillamente quieren pescar en río revuelto y obtener esos almibarados dividendos políticos con los que siguen soñando y rasgándose las vestiduras.