Conocido el nuevo mapa electoral colombiano, el mensaje desde el Gobierno Nacional debe ser fortalecer las relaciones sin distingos de tipo político, buscar la unidad con los mandatarios entrantes. Crear divisiones no es recomendable “aliados y no aliados”. Pasar la página, avanzar, trabajar y alcanzar sinergia con los entes territoriales. Necesidades básicas insatisfechas y problemas en las áreas urbanas y rurales se vienen incrementando, por la falta de soluciones adecuadas.
El presidente Petro haría bien incluyendo en su agenda las peticiones de alcaldes y gobernadores, delegando a los funcionarios y entidades competentes del nivel central el trámite correspondiente para que sean atendidas sin pérdida de tiempo. No cerrarse al diálogo. Los resultados de las elecciones son la evidencia palpable que los partidos tradicionales mantienen bases de simpatizantes en las regiones.
Aprender de los errores. Los partidos y movimientos políticos con representación en el Congreso de la República reclaman espacios de participación en las reformas del ejecutivo; por mandato constitucional les corresponde realizar aportes y presentar proyectos para estudio y discusión que busquen el beneficio e interés general. Es responsabilidad del Gobierno erradicar las malas prácticas que han reinado para la aprobación de normas y leyes. Sentaría un buen precedente, recuperaría confianza.
Cambiar la percepción. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico —OCDE— solo el 20,5% de los colombianos confían en el Gobierno. Ronda la incertidumbre frente a la gestión del presidente Petro. Los cambios para la transformación del país han quedado en intenciones y propuestas que no tienen aceptación por las consecuencias que puedan tener en la economía.
¿Enfrenta la economía colombiana desaceleración? Durante el tercer trimestre el PIB se contrajo (-0,3%), cifra dada a conocer por el DANE. Los sectores más afectados con tasas de crecimiento negativas son: construcción (-8), industria manufacturera (-6,2%) y comercio (-3,5%); por su incidencia en la generación de empleo directo e indirecto se deben establecer medidas, estrategias que permitan su recuperación en corto y mediano plazo.
El comportamiento económico del país no es favorable, demanda soluciones estructurales; hay que evitar tomar el camino más fácil. Mantener la coherencia en el discurso y en las decisiones que se pretendan tomar para que no se deteriore el tejido empresarial, aumentar la tasa de ocupación, la inversión extranjera se consolide, y se contribuya al mejoramiento de los indicadores, alcanzando niveles de crecimiento sostenibles.